Guardias civiles de Álava tienen que orinar en botellas porque no pueden dejar su puesto

Guardias civiles de Álava tienen que orinar en botellas porque no pueden dejar su puesto.

-Así lo denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que no quiere hacer pública la ubicación del cuartel por miedo a represalias.

-Las vacantes por vacaciones y la reducción de plantilla por los recortes provoca que los agentes de guardia no tengan quienes les sustituyan para ir al baño.

La situación es la siguiente. Un cuartel pequeño, en Álava, en pleno verano, con algunos de sus agentes de vacaciones y la plantilla de por sí reducida porque no se han sustituido algunas de las vacantes. Los pocos agentes que quedan, que tienen que estar de guardia, no pueden ir a hacer sus necesidades al baño porque no pueden dejar abandonados sus puestos. La solución, orinar en botellas. Y cuando acaba el turno, ir al baño y vaciarlas. La denuncia parte de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que no ha querido hacer público la ubicación del acuartelamiento a petición de los guardias allí destinados, que "sienten vergüenza propia" y temen represalias de los mandos.

La crisis económica parece ser la excusa. AUGC denuncia que debido a los "recortes" de personal, "al Jefe de Compañía se le ha ocurrido eliminar el derecho y la necesidad fisiológica de ir al baño de los agentes debido a la carencia de efectivos en la unidad". Lo mismo pasa en la oficina de atención al ciudadano del mismo cuartel. Los pocos agentes que hay en plantilla no pueden abandonar la oficina en su turno para ir al baño porque no tinene ningún compañero que les sustituya mientras hacen sus necesidades. ¿El resultado? "La oficina se ha convertido en una improvisada letrina donde botellas vacías se llenan de orín", señala AUGC.

"No son agentes que se encuentren en una operación especial que requiere sigilo, ni nada parecido, se trata de guardias civiles que, en servicio ordinario, dentro del acuartelamiento, tienen prohibido el cierre de la puerta para poder subir al servicio que está en la planta superior. De esta forma, se produce una merma de los derechos más básicos de los agentes, ya que es el trabajador el que sufre las consecuencias de la inexistencia de una organización estructural y funcional dentro de la Guardia Civil que sea acorde a los tiempos que vivimos".

Europa expedientó a la Guardia Civil

AUGC, la asociación mayoritaria en el cuerpo, con más de 30.000 afiliados, ha denunciado en innumerables ocasiones las pésimas condiciones en las que deben trabajar los guardias civiles. De hecho, la Comisión Europea ha abierto diversos expedientes a España por esta razón. "Sin embargo, este suceso supera con creces todo lo que se ha denunciado hasta el momento. Resulta indignante que en pleno siglo XXI, en un país supuestamente avanzado y en un cuerpo policial encargado de instruir diligencias por delitos contra salud de los trabajadores, nos encontremos con situaciones como la descrita".

En marzo de 2013, la Comisión Europea (CE) expedientó a España por incumplir la directiva de tiempo de trabajo en la Guardia Civil, porque los mandos y su personal de investigación sobrepasan las horas de trabajo permitidas y no cumplen con los tiempos de descanso. La CE consideraba que la Benemérita "no precisa suficientemente las jornadas laborales semanales máximas ni los periodos de descanso obligatorios para ciertos miembros de la Guardia Civil”, principalmente “personal que lleva a cabo funciones de mando y está involucrada en investigaciones criminales".

Las condiciones de trabajo de la Guardia Civil ya conllevaron en 2012 la apertura de otro expediente contra España, en esa ocasión por no cumplir con una directiva en materia de protección de la seguridad y la salud.

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