Blindados por mar y por aire

Blindados por mar y por aire

La Guardia Civil se apoya en escáneres de última generación para detectar fraudes, robos y tráfico de drogas

EUNATE SERRANO almeria@ideal.es | ALMERÍA.

Las unidades cinológicas, tanto en el puerto como en el aeropuerto, detectan droga y explosivos



Es verano y con ello se multiplica el ir y venir de personas que llegan o se van de Almería. La Estación Intermodal, el puerto de la capital o el aeropuerto -piscinas y chiringuitos a parte- son las instalaciones más concurridas durante estas semanas. Con tantos viajeros que se mueven con maletas, bultos y vehículos alguien tiene que garantizar el normal desarrollo del tránsito en estos puntos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encargan de velar por la seguridad en las zonas donde mayor volumen de personas se mueven durante estos días. Ésta es su máxima. Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y también la Policía Local trabajan para que los ciudadanos puedan disfrutar de un viaje sin riesgo alguno, y lo hacen apoyados en las nuevas tecnologías.

Sin duda uno de los puntos con más trabajo es la aduana del puerto. En Almería hay días en el que se produce la llegada y salida de cuatro barcos, donde pueden embarcar entre 250 y 500 coches y unos 1.200 pasajeros. Sólo hay que hacer cuentas y ver que diariamente la Guardia Civil tiene que controlar unos dos mil vehículos y a alrededor de 5.000 personas. Y así hasta más de 300.000 personas y cerca de 80.000 vehículos que podrían controlar este verano si se mantienen, respecto al pasado año, las cifras de la Operación Paso del Estrecho, en su fase de salida. Y para trabajar con mayor eficacia usan escáneres de alta precisión para el control de pasajeros y sus vehículos. Ahora se puede comprobar al momento si la matrícula de un vehículo corresponde con el de uno que esta sustraído o si en la maleta un pasajero porta algo que no es legal. Por otro lado, también se apoyan en canes especializados que huelen cualquier sustancia estupefaciente o explosivos. Además tampoco dejan de lado los métodos tradicionales como las inspecciones oculares.



Por supuesto no es lo mismo para los agentes de la aduana controlar las idas que las venidas. «No hallamos las mismas cosas entre los pasajeros que se van de Almería que los que vuelven», explicó Francisco José Sáez Peiró, teniente jefe de la sección del Puerto de Almería. Sáez Peiró puntualizó que la Guardia Civil suele hallar material robado con el que tratan de cruzar el Estrecho, para después venderlo en África donde, según las investigaciones de los agentes, consiguen sacarles más dinero.

Ahora los agentes tienen en funcionamiento un nuevo dispositivo. Se trata de un escáner de matrículas. El aparato lee la matrícula, la graba y la información llega a Madrid. A partir de ahí se conecta a las bases de datos que hay en Europa sobre vehículos sustraídos y si concuerda con alguna, salta una alarma. «Sobre todo interceptamos vehículos robados, que a veces tratan de pasar totalmente despiezados, y en muchas ocasiones recuperamos el vehículo antes de que el dueño haya denunciado su robo o desaparición», dice Sáez Peiró, quien recordó que «es necesario que la gente denuncie cuanto antes el robo de un vehículo porque si no es más costoso saber a quién pertenece».



Y aunque lo que más recuperan durante estos meses son los vehículos, lo cierto es que los agentes también hallan otro tipo de objetos, como placas solares. Son con este tipo de cosas, como las placas solares, cuando tienen más problemas para encontrar al propietario de las mismas, porque «muchas veces el número de registro de la placa te remite a empresas chinas».



Detector de latidos

También suelen utilizar otro tipo de aparatos como son los detectores de latidos del corazón. Estos los usan en los autobuses que llegan a las instalaciones portuarias, por si alguien se queda en su interior y trata de acceder al buque sin abonar el pasaje. Y aunque la Policía Nacional se encarga de cotejar que la documentación es la correcta, la Guardia Civil también dispone de un aparato detector de papeles y documentación falsa. Existen muchas técnicas de falsificación. Los agentes se preparan para comprobar si la tinta es verdadera, que la calidad del papel sea la que corresponde o incluso si la impresión es la correcta. Todo esto lo cotejan gracias a un ordenador -el docubox- que les alerta de posibles fraudes documentales.

En lo que respecta a la vuelta, los efectos hallados en maletas y vehículos son bien distintos. «Principalmente traen droga de Marruecos y alimentos, sobre todo carne y lácteos, que no pasan el control sanitario», concretó el teniente jefe de la sección de la Guardia Civil. Los agentes tienen que poner todos sus sentidos en máxima alerta para poder detectar la droga que tratan de introducir en Almería, ya que el ingenio de los traficantes va cada vez a más. «Constantemente se cambia el perfil de la persona que trata de introducir droga, ahora se detienen a más mujeres que van acompañadas de niños, incluso a personas de edad más avanzada», apuntó Francisco José Sáez Peiró. Lo que sí han detectado desde la Guardia Civil es una reducción drástica de 'mulas'. De hecho, según datos de la Comandancia de Almería, en apenas tres meses se detuvieron a cerca de cuarenta personas que portaban hachís en el interior de su organismo. «Esto va por rachas, en cuanto ven que se detiene a la gente dejan de hacerlo», apuntó el teniente jefe de la Guardia Civil. Para poder detectar drogas junto a los agentes siempre están los canes. Son estos animales los que se encargan de oler las sustancias estupefacientes y asimismo son capaces de detectar explosivos, si bien es cierto que nunca han hallado sustancias de este tipo.



Maletas con cocaína

Si en el Puerto de Almería el robo de vehículos y la posesión de sustancias estupefacientes son los delitos más comunes, en el aeródromo almeriense apenas han realizado incautaciones en este sentido. «A diferencia que en el puerto, en estas instalaciones detectamos un mayor número de mercancías que tratan de introducir sin pagar los impuestos», explicó Eduardo Jesús Fernández Tarifa, alférez de la Guardia Civil en el aeropuerto de Almería. Una de las intervenciones más importantes en cuanto a volumen de droga se produjo el pasado año, cuando un agente detectó una maleta procedente de Brasil con ocho kilos de cocaína escondidos en un doble fondo. Sin embargo son contados los casos en los que por el aeródromo se intenta colar un importante cargamento de sustancias estupefacientes.

La Guardia Civil se encarga de velar por la seguridad de la denominada como zona aire del aeropuerto. Revisan maletas, cachean a los usuarios y buscan cualquier tipo de irregularidad. Habitualmente tienen que intervenir en objetos punzantes que el viajero no ha facturado junto con la maleta. «A veces hemos tenido que intervenir katanas o pistolas de fogueo de las cuales no han podido acreditar su documentación y el portador no ha podido llevarla en el avión», apuntó el alférez.