Carta de un empresario de seguridad a un vigilante

Estimado empleado:

Por la presente le comunico que como parte contratante deberían estar agradecidos por ofrecerles trabajo.

No quiero recordarle la cantidad de sus compañeros que estando solos en el trabajo, y en horario del cual perciben emolumentos, vencen esta dificultad leyendo la prensa, libros, viendo la televisión, oyendo la radio, enviando SMS, hablando por el teléfono de su puesto de trabajo con amigos, parientes y demás, o chateando con el ordenador (casualidad) también de la empresa con amigos o con relaciones ilícitas, cuando no están jugando a la PSP o conectados al mp3, actividades que por supuesto tienen preferencia sobre la labor a realizar, pero lo comprendemos porque es muy dura la soledad.

Si un puesto de vigilancia requiere que se cubra con una persona, por las propias características del mencionado puesto y el trabajo a realizar, a partir de ahora, y sensibles a su soledad, contrataremos a dos o tres vigilantes para que por lo menos puedan hablar de fútbol o de mujeres. Por supuesto, como buen empresario soy machista y doy preferencia a la contratación de hombres. Mejor aún, para que no se inhiban ante una situación de riesgo o tengan que esconderse en vez de exigir medios y cumplir con su labor de vigilancia, invertiré en medios mecánicos de seguridad cuya eficacia y mantenimiento seguro que me serán más rentables.

Esperando sus noticias y que les dure muchos años su trabajo, reciba un atento saludo.

Postdata: Si le escribo esta carta en el dorso de su nómina es porque los folios, que compro en paquetes, se los lleva mi vigilante, porque el pobre tiene los hijos en edad escolar.