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Las pruebas de ADN confirman que el jefe de ETA participó en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton
Las pruebas de ADN confirman que el jefe de ETA participó en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton
La Guardia Civil ha detenido a todos los que mataron por la espalda de Fernando Trapero y Raúl Centeno
Los dos guardia civiles, Raúl Centeno y Fernando Trapero, asesinados por ETA en diciembre de 2007.-
Las pruebas de ADN realizadas tras la detención del jefe de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, el pasado jueves en Bayona han confirmado que este participó, el 1 de diciembre de 2007, en el asesinato en Capbreton (Francia) de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno. Fuentes de la investigación han confirmado que la huella genética recogida en el escenario del crimen aun sin identificar coincide con la de Ata. Ambos agentes fueron sorprendidos en un bar de carretera junto a una gasolinera por tres supuestos miembros de ETA, que los siguieron hasta el coche que utilizaban. Dentro del vehículo los identificaron como miembros de los servicios de Información del instituto armado. Desde el asiento de atrás, los terroristas les dispararon por la espalda y a la cabeza.
El agente Centeno murió en el acto mientras que su compañero Trapero falleció días después, tras permanecer en estado crítico, en un hospital de Bayona. Los terroristas dispararon tres veces contra ellos. Los dos guardias asesinados, que iban desarmados y de paisano, pertenecían al Grupo de Apoyo Operativo (GAO), cuya misión consistía en dar soporte técnico para trabajos de investigación de terrorismo, desde la colocación de balizas para el control de vehículos, a la instalación de micrófonos, pasando por la apertura de puertas sin dejar rastro.
El crimen fue adjudicado desde el comienzo a un jefe de ETA, dado que los investigadores suponían que dar el paso de matar en Francia de la manera que lo hicieron solo podía decidirlo un dirigente terrorista. Además, uno de los terroristas recibió todo el apoyo para huir, incluso fue recogido y ocultado rápidamente, mientras que la banda dejó que los otros dos etarras que estaban en la zona escaparan por sus propios medios, en una huida desenfrenada y que acabó mal. Inicialmente se pensó en Garikoitz Aspiazu, Txeroki, entonces en libertad. Pero las pruebas de ADN tomadas tras su detención no permitieron situarlo en la escena del crimen. Eso sí, una una huella dactilar de Txeroki, junto a otras 122, fue hallada en un Peugeot en el que escaparon del lugar los autores de la muerte de Raúl Centeno y Fernando Trapero. Sin embargo, la justicia francesa no vio elementos suficientes para determinar su participación directa en el crimen, por el que, en cualquier caso, está procesado en Francia.
La Guardia Civil solo tenía hasta ahora la certeza de la implicación en los hechos de Saioa Sánchez, detenida cuatro días después de los asesinatos. Sánchez confesó haber estado en Capbreton, no así el arrestado junto a ella, Asier Bengoa, quien podría haber acudido después en ayuda de su jefa de comando desde el piso que ambos compartían en Toulouse. Los dos están acusados de asesinato.
Quedaba por resolver a quién pertenecía uno de los ADN recogidos en la escena del crimen, que permanecía bajo la denominación de anónimo. Hasta hoy, cuando se ha comprobado que pertenece a Ata, a quien fuentes de la investigación consideran el autor directo de los asesinatos, el hombre que empuñó el arma criminal. Aun queda por confirmar si el detenido junto a él, Arkaitz Agirregabiria, lugarteniente de Ata, participó en el asesinato de un policía francés durante un tiroteo en las proximidades de París.
El asesinato de Capbreton era la primera vez en 31 años que ETA mataba en Francia a un agente español. El único precedente tuvo lugar en abril de 1976, cuando los inspectores de policía José Luis Martínez y Jesús María González, fueron secuestrados, torturados y asesinados en Hendaya.
La Guardia Civil ha detenido a todos los que mataron por la espalda de Fernando Trapero y Raúl Centeno
Los dos guardia civiles, Raúl Centeno y Fernando Trapero, asesinados por ETA en diciembre de 2007.-
Las pruebas de ADN realizadas tras la detención del jefe de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, el pasado jueves en Bayona han confirmado que este participó, el 1 de diciembre de 2007, en el asesinato en Capbreton (Francia) de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno. Fuentes de la investigación han confirmado que la huella genética recogida en el escenario del crimen aun sin identificar coincide con la de Ata. Ambos agentes fueron sorprendidos en un bar de carretera junto a una gasolinera por tres supuestos miembros de ETA, que los siguieron hasta el coche que utilizaban. Dentro del vehículo los identificaron como miembros de los servicios de Información del instituto armado. Desde el asiento de atrás, los terroristas les dispararon por la espalda y a la cabeza.
El agente Centeno murió en el acto mientras que su compañero Trapero falleció días después, tras permanecer en estado crítico, en un hospital de Bayona. Los terroristas dispararon tres veces contra ellos. Los dos guardias asesinados, que iban desarmados y de paisano, pertenecían al Grupo de Apoyo Operativo (GAO), cuya misión consistía en dar soporte técnico para trabajos de investigación de terrorismo, desde la colocación de balizas para el control de vehículos, a la instalación de micrófonos, pasando por la apertura de puertas sin dejar rastro.
El crimen fue adjudicado desde el comienzo a un jefe de ETA, dado que los investigadores suponían que dar el paso de matar en Francia de la manera que lo hicieron solo podía decidirlo un dirigente terrorista. Además, uno de los terroristas recibió todo el apoyo para huir, incluso fue recogido y ocultado rápidamente, mientras que la banda dejó que los otros dos etarras que estaban en la zona escaparan por sus propios medios, en una huida desenfrenada y que acabó mal. Inicialmente se pensó en Garikoitz Aspiazu, Txeroki, entonces en libertad. Pero las pruebas de ADN tomadas tras su detención no permitieron situarlo en la escena del crimen. Eso sí, una una huella dactilar de Txeroki, junto a otras 122, fue hallada en un Peugeot en el que escaparon del lugar los autores de la muerte de Raúl Centeno y Fernando Trapero. Sin embargo, la justicia francesa no vio elementos suficientes para determinar su participación directa en el crimen, por el que, en cualquier caso, está procesado en Francia.
La Guardia Civil solo tenía hasta ahora la certeza de la implicación en los hechos de Saioa Sánchez, detenida cuatro días después de los asesinatos. Sánchez confesó haber estado en Capbreton, no así el arrestado junto a ella, Asier Bengoa, quien podría haber acudido después en ayuda de su jefa de comando desde el piso que ambos compartían en Toulouse. Los dos están acusados de asesinato.
Quedaba por resolver a quién pertenecía uno de los ADN recogidos en la escena del crimen, que permanecía bajo la denominación de anónimo. Hasta hoy, cuando se ha comprobado que pertenece a Ata, a quien fuentes de la investigación consideran el autor directo de los asesinatos, el hombre que empuñó el arma criminal. Aun queda por confirmar si el detenido junto a él, Arkaitz Agirregabiria, lugarteniente de Ata, participó en el asesinato de un policía francés durante un tiroteo en las proximidades de París.
El asesinato de Capbreton era la primera vez en 31 años que ETA mataba en Francia a un agente español. El único precedente tuvo lugar en abril de 1976, cuando los inspectores de policía José Luis Martínez y Jesús María González, fueron secuestrados, torturados y asesinados en Hendaya.
ETA sólo calla
ETA sólo calla
La debilidad de la organización terrorista ETA, agudizada por la captura de su principal jefe la pasada semana, ha disparado los análisis e interpretaciones sobre la posibilidad de que en breve pueda hacer algún anuncio que sea el preludio del abandono de las armas. Se alegan diversas razones para ese anuncio, entre ellas el supuesto convencimiento en las filas de ETA de que ha llegado la hora de poner fin a la violencia.
Algunos de los que avisan de la llegada del deseado anuncio por parte de ETA creían firmemente que ese paso se iba a dar en el comunicado de la banda terrorista del Aberri Eguna, pero no sólo no hicieron entonces ninguna declaración de tregua, sino que se ratificaron en que no era el momento de dar un paso de esa naturaleza.
Las expectativas sobre ETA se alimentan de interpretaciones y de la confusión entre las necesidades de Batasuna con lo que realmente piensa la organización terrorista. Que no es lo mismo. A Batasuna le vendría bien cualquier parón de ETA para buscar un resquicio por el que colarse en las elecciones. Es el partido ilegalizado el que tiene prisa y el que está alimentando la idea de la cercanía de un paso positivo de la banda. Lo que sabemos de ETA, en cambio, no va en la misma línea.
El último debate interno habido en el seno de la banda terminó con la decisión de continuar con la violencia para conseguir sus objetivos políticos y esa decisión no se ha revisado. Todas las actuaciones realizadas por ETA en los últimos meses estaban encaminadas a cometer atentados. Además, ETA no sólo no ha ratificado los resultados del debate habido en el seno de Batasuna, sino que está en desacuerdo con ellos y su objetivo a medio plazo es buscar la forma de reconducir esa situación.
ETA tiene sus propias condiciones políticas para una posible tregua, tal y como refleja en el comunicado difundido el pasado 19 de enero, y esas condiciones no se dan en la actualidad. Ni la debilidad de la banda, ni las necesidades electorales de Batasuna parecen razones suficientes para que los dirigentes del grupo terrorista cambien de estrategia a corto plazo. La línea de ETA no ha sido nunca el resultado personal de la voluntad de un único dirigente por muy influyente que éste fuera. La ETA posterior a Mikel Carrera, 'Ata', es igual a la anterior, aunque esté más debilitada. De momento, ETA sólo calla, pero no otorga.
La debilidad de la organización terrorista ETA, agudizada por la captura de su principal jefe la pasada semana, ha disparado los análisis e interpretaciones sobre la posibilidad de que en breve pueda hacer algún anuncio que sea el preludio del abandono de las armas. Se alegan diversas razones para ese anuncio, entre ellas el supuesto convencimiento en las filas de ETA de que ha llegado la hora de poner fin a la violencia.
Algunos de los que avisan de la llegada del deseado anuncio por parte de ETA creían firmemente que ese paso se iba a dar en el comunicado de la banda terrorista del Aberri Eguna, pero no sólo no hicieron entonces ninguna declaración de tregua, sino que se ratificaron en que no era el momento de dar un paso de esa naturaleza.
Las expectativas sobre ETA se alimentan de interpretaciones y de la confusión entre las necesidades de Batasuna con lo que realmente piensa la organización terrorista. Que no es lo mismo. A Batasuna le vendría bien cualquier parón de ETA para buscar un resquicio por el que colarse en las elecciones. Es el partido ilegalizado el que tiene prisa y el que está alimentando la idea de la cercanía de un paso positivo de la banda. Lo que sabemos de ETA, en cambio, no va en la misma línea.
El último debate interno habido en el seno de la banda terminó con la decisión de continuar con la violencia para conseguir sus objetivos políticos y esa decisión no se ha revisado. Todas las actuaciones realizadas por ETA en los últimos meses estaban encaminadas a cometer atentados. Además, ETA no sólo no ha ratificado los resultados del debate habido en el seno de Batasuna, sino que está en desacuerdo con ellos y su objetivo a medio plazo es buscar la forma de reconducir esa situación.
ETA tiene sus propias condiciones políticas para una posible tregua, tal y como refleja en el comunicado difundido el pasado 19 de enero, y esas condiciones no se dan en la actualidad. Ni la debilidad de la banda, ni las necesidades electorales de Batasuna parecen razones suficientes para que los dirigentes del grupo terrorista cambien de estrategia a corto plazo. La línea de ETA no ha sido nunca el resultado personal de la voluntad de un único dirigente por muy influyente que éste fuera. La ETA posterior a Mikel Carrera, 'Ata', es igual a la anterior, aunque esté más debilitada. De momento, ETA sólo calla, pero no otorga.
ETA: fiscalía francesa pide penas de 8 a 15 años para tres acusados
ETA: fiscalía francesa pide penas de 8 a 15 años para tres acusados
La fiscalía pidió el lunes penas de cárcel de 8, 12 y 15 años de cárcel para tres presuntos miembros de la organización armada separatista vasca ETA, incluido un jefe de su aparato logístico en Francia, juzgados en un tribunal especial de París.
La pena más importante ha sido pedida para Ramon Sagarzozu Gatzelumendi, de 45 años, presentado como "un jefe de la estructura" de ETA, encargado de la logística y que también tuvo "un peso político" importante en la organización.
El abogado general, Jean-Claude Kross, ha pedido ocho años de cárcel para Oier Goitia Abadia, de 35 años, hasta ahora jamás condenado, y 12 años para el francés Bernard San Sebastian, de 59 años, condenado en dos ocasiones por actividades relacionadas con ETA.
En cada caso, la fiscalía ha reclamado el obligado cumplimiento de los dos tercios de la pena y una prohibición definitiva de pisar el territorio francés en el caso de los dos españoles.
Los tres acusados fueron detenidos el 21 de mayo de 2005 en Romans-sur-Isère (centro-este de Francia), donde la policía descubrió, en un apartamento y un garaje, numerosa documentación falsa, un vehículo robado, una pistola Parabellum 9mm y material explosivo.
"Guarden en mente la verdadera peligrosidad de los acusados que se basa en un compromiso político total", lanzó el abogado general en conclusión de su acusación.
A su juicio, los acusados forman parte de la "telaraña terrorista" que constituye ETA.
Según la acusación, Ramon Sagarzozu Gatzelumendi fue detenido "fortuitamente" en el apartamento de Romans-sur-Isère, donde iba a suministrar dinero y documentación falsa, algo que presuntamente se dedicaba a hacer por todo el país.
Vivía en Rodez (sur), donde utilizaba un nombre falso. La policía también descubrió ahí documentación y material relacionado con ETA.
A Bernard San Sebastian, antiguo marinero de la marina mercante se le recrimina, entre otros, el haber alquilado utilizando nombres falsos en diferentes ciudades de Francia apartamentos destinados a servir de escondite y de base logística a los militantes.
Oier Goitia Abadia, que vivía con él en el apartamento de Romans-sur-Isère, se mudó de España a Francia en 2001.
Se espera el veredicto el miércoles, después de los alegatos de la defensa.
La fiscalía pidió el lunes penas de cárcel de 8, 12 y 15 años de cárcel para tres presuntos miembros de la organización armada separatista vasca ETA, incluido un jefe de su aparato logístico en Francia, juzgados en un tribunal especial de París.
La pena más importante ha sido pedida para Ramon Sagarzozu Gatzelumendi, de 45 años, presentado como "un jefe de la estructura" de ETA, encargado de la logística y que también tuvo "un peso político" importante en la organización.
El abogado general, Jean-Claude Kross, ha pedido ocho años de cárcel para Oier Goitia Abadia, de 35 años, hasta ahora jamás condenado, y 12 años para el francés Bernard San Sebastian, de 59 años, condenado en dos ocasiones por actividades relacionadas con ETA.
En cada caso, la fiscalía ha reclamado el obligado cumplimiento de los dos tercios de la pena y una prohibición definitiva de pisar el territorio francés en el caso de los dos españoles.
Los tres acusados fueron detenidos el 21 de mayo de 2005 en Romans-sur-Isère (centro-este de Francia), donde la policía descubrió, en un apartamento y un garaje, numerosa documentación falsa, un vehículo robado, una pistola Parabellum 9mm y material explosivo.
"Guarden en mente la verdadera peligrosidad de los acusados que se basa en un compromiso político total", lanzó el abogado general en conclusión de su acusación.
A su juicio, los acusados forman parte de la "telaraña terrorista" que constituye ETA.
Según la acusación, Ramon Sagarzozu Gatzelumendi fue detenido "fortuitamente" en el apartamento de Romans-sur-Isère, donde iba a suministrar dinero y documentación falsa, algo que presuntamente se dedicaba a hacer por todo el país.
Vivía en Rodez (sur), donde utilizaba un nombre falso. La policía también descubrió ahí documentación y material relacionado con ETA.
A Bernard San Sebastian, antiguo marinero de la marina mercante se le recrimina, entre otros, el haber alquilado utilizando nombres falsos en diferentes ciudades de Francia apartamentos destinados a servir de escondite y de base logística a los militantes.
Oier Goitia Abadia, que vivía con él en el apartamento de Romans-sur-Isère, se mudó de España a Francia en 2001.
Se espera el veredicto el miércoles, después de los alegatos de la defensa.
Piden 15 años para Sagarzazu en Francia por ser jefe de ETA en 2005
Piden 15 años para Sagarzazu en Francia por ser jefe de ETA en 2005
El fiscal galo esgrimió como prueba su participación en los preparativos del último proceso negociador con el Gobierno
El fiscal Jean-Claude Kross pidió ayer a un tribunal especial de París una condena a quince años de prisión para Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, 'Txango' o 'Lohitzun', por considerarlo el jefe de los aparatos logístico e internacional de ETA cuando fue detenido en 2005 en el sur de Francia. Desde su punto de vista, una de las pruebas de ese liderazgo fue su participación en los preparativos del último proceso negociador con el Gobierno español.
El acusador público solicitó ocho años para Oier Goitia Abadía por ejercer de adjunto de Sagarzazu y doce años para el vascofrancés Beñat Sansebastian, por encargarse del alquiler de viviendas y locales, al tener en cuenta la circunstancia agravante de reincidencia. Planteó que los tres procesados cumplan íntegramente al menos dos tercios de las penas sin poder acogerse a beneficios penitenciarios, así como la prohibición definitiva de residir en Francia para Sagarzazu y Goitia una vez hayan purgado sus condenas.
«Las bases no participan en las discusiones con Zapatero», enfatizó Kross para subrayar el perfil dirigente de Sagarzazu, a quien se le ocupó un documento informático, fechado en mayo de 2005, días antes de ser detenido, en el que relataba una reunión preparatoria entre militantes de ETA, un grupo de intermediarios y un representante del Gobierno español celebrada en aquella época. Señaló además que se encargaba de distribuir fondos entre sus subordinados y que mantenía relaciones directas con los jefes de otros aparatos.
El fiscal recordó que Sansebastian, nacido en Ciboure en 1950, se reincorporó a ETA tras cumplir en octubre de 1998 una condena a seis años de prisión por colaborar con la jefatura logística de ETA. «Es un muy viejo militante, que merecería la pena máxima (de 20 años por reincidencia) que no voy a pedir porque hay que tener en cuenta su crepúsculo vital», expuso. Respecto a Goitia, invitó a los siete magistrados profesionales integrantes de la Sala Especial de lo Criminal a «no fiarse de su sonrisa, porque detrás hay una forma de sectarismo y de fanatismo».
«Tras las tres letras de ETA está la destrucción, la muerte, la intimidación y, en todo caso, el sufrimiento», proclamó el representante del Ministerio Público, al que le parece «insoportable» que los acusados se comparen con la Resistencia francesa pues «fue sobre todo la lucha contra el nazismo». «No son terroristas ocasionales sino terroristas los 365 días del año y las 24 horas del día que viven en la clandestinidad, obsesionados por la seguridad y con gran movilidad geográfica que se refleja en la lista impresionante de apartamentos conspirativos», aseveró.
El juicio, que comenzó la semana pasada, se reanuda hoy con el alegato de la defensa. La sentencia se dará a conocer por la tarde tras una deliberación a puerta cerrada del tribunal.
El fiscal galo esgrimió como prueba su participación en los preparativos del último proceso negociador con el Gobierno
El fiscal Jean-Claude Kross pidió ayer a un tribunal especial de París una condena a quince años de prisión para Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, 'Txango' o 'Lohitzun', por considerarlo el jefe de los aparatos logístico e internacional de ETA cuando fue detenido en 2005 en el sur de Francia. Desde su punto de vista, una de las pruebas de ese liderazgo fue su participación en los preparativos del último proceso negociador con el Gobierno español.
El acusador público solicitó ocho años para Oier Goitia Abadía por ejercer de adjunto de Sagarzazu y doce años para el vascofrancés Beñat Sansebastian, por encargarse del alquiler de viviendas y locales, al tener en cuenta la circunstancia agravante de reincidencia. Planteó que los tres procesados cumplan íntegramente al menos dos tercios de las penas sin poder acogerse a beneficios penitenciarios, así como la prohibición definitiva de residir en Francia para Sagarzazu y Goitia una vez hayan purgado sus condenas.
«Las bases no participan en las discusiones con Zapatero», enfatizó Kross para subrayar el perfil dirigente de Sagarzazu, a quien se le ocupó un documento informático, fechado en mayo de 2005, días antes de ser detenido, en el que relataba una reunión preparatoria entre militantes de ETA, un grupo de intermediarios y un representante del Gobierno español celebrada en aquella época. Señaló además que se encargaba de distribuir fondos entre sus subordinados y que mantenía relaciones directas con los jefes de otros aparatos.
El fiscal recordó que Sansebastian, nacido en Ciboure en 1950, se reincorporó a ETA tras cumplir en octubre de 1998 una condena a seis años de prisión por colaborar con la jefatura logística de ETA. «Es un muy viejo militante, que merecería la pena máxima (de 20 años por reincidencia) que no voy a pedir porque hay que tener en cuenta su crepúsculo vital», expuso. Respecto a Goitia, invitó a los siete magistrados profesionales integrantes de la Sala Especial de lo Criminal a «no fiarse de su sonrisa, porque detrás hay una forma de sectarismo y de fanatismo».
«Tras las tres letras de ETA está la destrucción, la muerte, la intimidación y, en todo caso, el sufrimiento», proclamó el representante del Ministerio Público, al que le parece «insoportable» que los acusados se comparen con la Resistencia francesa pues «fue sobre todo la lucha contra el nazismo». «No son terroristas ocasionales sino terroristas los 365 días del año y las 24 horas del día que viven en la clandestinidad, obsesionados por la seguridad y con gran movilidad geográfica que se refleja en la lista impresionante de apartamentos conspirativos», aseveró.
El juicio, que comenzó la semana pasada, se reanuda hoy con el alegato de la defensa. La sentencia se dará a conocer por la tarde tras una deliberación a puerta cerrada del tribunal.
Eta. la audiencia nacional revisa manana el procesamiento de otegi y usabiaga por intentar reconstruir batasuna
Eta. la audiencia nacional revisa manana el procesamiento de otegi y usabiaga por intentar reconstruir batasuna
MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La Audiencia Nacional estudiará mañana, jueves, el recurso presentado por el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, el ex secretario general del sindicato abertzale LAB Rafael Díez Usabiaga y otros cuatro imputados contra su procesamiento por intentar presuntamente reconstruir el partido ilegalizado a las órdenes de ETA.
Los magistrados de la Sección Tercera estudiarán los recursos este jueves a partir de las 10.00 horas en una vista a puerta cerrada. Además de Otegi y Usabiaga, han recurrido en apelación la ex tesorera del PCTV, Sonia Jacinto; Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar Patxi Zabaleta y una de las dirigentes emergentes de la izquierda abertzale; Arkaitz Rodríguez, ex responsable de Haika en Álava, y José Luis Moreno Sagüés.
El procesamiento de los seis recurrentes fue ordenado el pasado 25 de enero por el juez Baltasar Garzón. Tras su suspensión cautelar, decretada hace dos semanas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las causas de su juzgado han sido asumidas temporalmente por su compañero Santiago Pedraz.
El magistrado les imputó un delito de integración en organización terrorista por su intervención en el proyecto denominado "Bateragune" -núcleo de reunión, en euskera-, que, según Garzón, trataba de reconstruir la marca electoral de ETA para concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011.
Además de a los recurrentes, Garzón procesó a José Manuel Serra Ugarte y Amaia Esnal. Todos los procesados habían sido detenidos en una operación que se desarrolló el 13 de octubre de 2009.
TREGUAS-TRAMPA
En el auto de procesamiento, el juez de la Audiencia Nacional acusó a Otegi de ser el máximo responsable de "Bateragune". En este sentido, aseguró que una de las misiones que ETA encomendó al ex portavoz de Batasuna era "conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria, si bien la actividad violenta continuaría en el resto de España".
El objetivo de estas "treguas-trampa" era engañar a partidos independentistas no violentos, como Euskal Alkartasuna (EA) o Aralar, para crear un polo soberanista aparentemente desligado de ETA y poder concurrir a las elecciones municipales y autonómicas de 2011.
Con este objetivo, los procesados intentaban crear desde diciembre de 2008 y bajo las órdenes de ETA una nueva "referencia institucional y política". ETA había fijado incluso las fases de su nueva estrategia, un calendario según el cual este pasado otoño se hubiese ofrecido un pacto a Eusko Alkartasuna, a Aralar y los demás "agentes soberanistas".
Este nuevo proyecto se iba a presentar públicamente en abril de 2010. Para la banda terrorista, era irrenunciable que este polo soberanista aparentemente apartado de la violencia concurriese a las elecciones autonómicas y municipales de 2011.
MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La Audiencia Nacional estudiará mañana, jueves, el recurso presentado por el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, el ex secretario general del sindicato abertzale LAB Rafael Díez Usabiaga y otros cuatro imputados contra su procesamiento por intentar presuntamente reconstruir el partido ilegalizado a las órdenes de ETA.
Los magistrados de la Sección Tercera estudiarán los recursos este jueves a partir de las 10.00 horas en una vista a puerta cerrada. Además de Otegi y Usabiaga, han recurrido en apelación la ex tesorera del PCTV, Sonia Jacinto; Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar Patxi Zabaleta y una de las dirigentes emergentes de la izquierda abertzale; Arkaitz Rodríguez, ex responsable de Haika en Álava, y José Luis Moreno Sagüés.
El procesamiento de los seis recurrentes fue ordenado el pasado 25 de enero por el juez Baltasar Garzón. Tras su suspensión cautelar, decretada hace dos semanas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las causas de su juzgado han sido asumidas temporalmente por su compañero Santiago Pedraz.
El magistrado les imputó un delito de integración en organización terrorista por su intervención en el proyecto denominado "Bateragune" -núcleo de reunión, en euskera-, que, según Garzón, trataba de reconstruir la marca electoral de ETA para concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011.
Además de a los recurrentes, Garzón procesó a José Manuel Serra Ugarte y Amaia Esnal. Todos los procesados habían sido detenidos en una operación que se desarrolló el 13 de octubre de 2009.
TREGUAS-TRAMPA
En el auto de procesamiento, el juez de la Audiencia Nacional acusó a Otegi de ser el máximo responsable de "Bateragune". En este sentido, aseguró que una de las misiones que ETA encomendó al ex portavoz de Batasuna era "conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria, si bien la actividad violenta continuaría en el resto de España".
El objetivo de estas "treguas-trampa" era engañar a partidos independentistas no violentos, como Euskal Alkartasuna (EA) o Aralar, para crear un polo soberanista aparentemente desligado de ETA y poder concurrir a las elecciones municipales y autonómicas de 2011.
Con este objetivo, los procesados intentaban crear desde diciembre de 2008 y bajo las órdenes de ETA una nueva "referencia institucional y política". ETA había fijado incluso las fases de su nueva estrategia, un calendario según el cual este pasado otoño se hubiese ofrecido un pacto a Eusko Alkartasuna, a Aralar y los demás "agentes soberanistas".
Este nuevo proyecto se iba a presentar públicamente en abril de 2010. Para la banda terrorista, era irrenunciable que este polo soberanista aparentemente apartado de la violencia concurriese a las elecciones autonómicas y municipales de 2011.
Absueltos los etarras de la T-4 por intentar atentar en la zona comercial de Azca
Absueltos los etarras de la T-4 por intentar atentar en la zona comercial de Azca
El tribunal considera que se limitaron a recabar información.
Sin embargo, han sido condenados por delitos como pertenencia a organización terrorista o tenencia de explosivos.
EFE. 01.06.2010 - 16.32 h
La Audiencia Nacional ha absuelto a los etarras Mattin Sarasola, Igor Portu, Mikel San Sebastián -condenados recientemente por el atentado de la T-4 en 2006- y Joseba Iturbide del intento de atentado en la zona comercial de Azca de Madrid en 2008 al considerar que sólo recabaron información del lugar.
Fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando bajaban del monte de recoger munición y dos revólveresEn una sentencia notificada este martes, la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal condena a los tres terroristas de la T-4 a 9 años de prisión a cada uno por pertenencia a organización terrorista y otros 7 años por tenencia de explosivos, e impone otro año y medio de cárcel a Sarasola y Portu por tenencia de armas.
Mientras, Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscal, que reclamó penas de entre 30 y 33 años de cárcel para los procesados. Mientras, Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscal, que reclamó penas de entre 30 y 33 años de cárcel para los cuatro acusados, que integraban el comando Elurra de ETA.
El tribunal también estima probado que el comando Elurra tenía a su disposición dos zulosLa sentencia considera probado que el 30 de noviembre de 2007 Portu alquiló en Irún (Guipúzcoa) un coche con el que se desplazó a Madrid, junto a Sarasola, y un día después lo estacionaron en el aparcamiento situado en la confluencia del Paseo de la Castellana con la calle de Raimundo Fernández Villaverde, inspeccionaron la zona, regresaron al País Vasco y devolvieron el vehículo.
Ambos terroristas, que se integraron en ETA en 2002, fueron detenidos el 6 de enero de 2008 en la zona de Udala próxima a Mondragón (Guipúzcoa), después de ser sorprendidos por la Guardia Civil cuando bajaban del monte de recoger munición y dos revólveres, que coinciden con los robados por ETA de la empresa SIDAM, en Vauvert (Francia), el 23 de octubre de 2006.
Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscalEl tribunal también estima probado que el comando Elurra tenía a su disposición dos zulos en Nocito (Huesca) y Lesaka (Navarra). Concretamente, precisa la sentencia, en el primero se hallaron tres bidones que contenían, entre otro material, nitrato, distintos tipos de cordón detonante, temporizadores y detonadores y polvo de aluminio, mientras que en el segundo se localizaron 13 paquetes de 1,7 kilogramos de nitrato y otros 13 paquetes con polvo de aluminio.
Sobre San Sebastián, los magistrados recalcan que "como miembro activo" del comando y "estando vinculado a una acción con explosivos realizada" por el mismo -en referencia al atentado de la T-4 por el que han sido condenados a 1.040 años de cárcel el pasado 21 de mayo-, debe concluirse que este acusado también podía disponer de los explosivos encontrados en los zulos.
Para la sala, Portu, Sarasola y San Sebastián formaban parte de ETA "de forma estable y permanente, siguiendo sus directrices y llevando a cabo labores informativas y también directamente operativas, constituyendo un comando armado y operativo para la consecución de sus fines".
El tribunal considera que se limitaron a recabar información.
Sin embargo, han sido condenados por delitos como pertenencia a organización terrorista o tenencia de explosivos.
EFE. 01.06.2010 - 16.32 h
La Audiencia Nacional ha absuelto a los etarras Mattin Sarasola, Igor Portu, Mikel San Sebastián -condenados recientemente por el atentado de la T-4 en 2006- y Joseba Iturbide del intento de atentado en la zona comercial de Azca de Madrid en 2008 al considerar que sólo recabaron información del lugar.
Fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando bajaban del monte de recoger munición y dos revólveresEn una sentencia notificada este martes, la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal condena a los tres terroristas de la T-4 a 9 años de prisión a cada uno por pertenencia a organización terrorista y otros 7 años por tenencia de explosivos, e impone otro año y medio de cárcel a Sarasola y Portu por tenencia de armas.
Mientras, Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscal, que reclamó penas de entre 30 y 33 años de cárcel para los procesados. Mientras, Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscal, que reclamó penas de entre 30 y 33 años de cárcel para los cuatro acusados, que integraban el comando Elurra de ETA.
El tribunal también estima probado que el comando Elurra tenía a su disposición dos zulosLa sentencia considera probado que el 30 de noviembre de 2007 Portu alquiló en Irún (Guipúzcoa) un coche con el que se desplazó a Madrid, junto a Sarasola, y un día después lo estacionaron en el aparcamiento situado en la confluencia del Paseo de la Castellana con la calle de Raimundo Fernández Villaverde, inspeccionaron la zona, regresaron al País Vasco y devolvieron el vehículo.
Ambos terroristas, que se integraron en ETA en 2002, fueron detenidos el 6 de enero de 2008 en la zona de Udala próxima a Mondragón (Guipúzcoa), después de ser sorprendidos por la Guardia Civil cuando bajaban del monte de recoger munición y dos revólveres, que coinciden con los robados por ETA de la empresa SIDAM, en Vauvert (Francia), el 23 de octubre de 2006.
Iturbide ha sido absuelto de todos los delitos de los que venía siendo acusado por el fiscalEl tribunal también estima probado que el comando Elurra tenía a su disposición dos zulos en Nocito (Huesca) y Lesaka (Navarra). Concretamente, precisa la sentencia, en el primero se hallaron tres bidones que contenían, entre otro material, nitrato, distintos tipos de cordón detonante, temporizadores y detonadores y polvo de aluminio, mientras que en el segundo se localizaron 13 paquetes de 1,7 kilogramos de nitrato y otros 13 paquetes con polvo de aluminio.
Sobre San Sebastián, los magistrados recalcan que "como miembro activo" del comando y "estando vinculado a una acción con explosivos realizada" por el mismo -en referencia al atentado de la T-4 por el que han sido condenados a 1.040 años de cárcel el pasado 21 de mayo-, debe concluirse que este acusado también podía disponer de los explosivos encontrados en los zulos.
Para la sala, Portu, Sarasola y San Sebastián formaban parte de ETA "de forma estable y permanente, siguiendo sus directrices y llevando a cabo labores informativas y también directamente operativas, constituyendo un comando armado y operativo para la consecución de sus fines".
La patronal navarra denuncia envío continuo de cartas de extorsión este año
La patronal navarra denuncia envío continuo de cartas de extorsión este año
Pamplona, 3 jun (EFE).- El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarría, ha denunciado hoy un envío constante de cartas de extorsión de ETA a los empresarios de la Comunidad Foral a lo largo de este año, tras la reducción que se produjo a finales de 2009.
Momentos antes de presentar en conferencia de prensa una estrategia para la captación de talento en Navarra, Sarría ha señalado a los medios de comunicación que no se trata de una "nueva oleada", sino de un envío permanente de cartas de extorsión a empresarios en los últimos meses, de febrero a mayo.
Por ello, ha subrayado, se continúa en Navarra "en la misma línea dura, muy cruda, de que los empresarios continúan recibiendo cartas".
En el segundo semestre de 2009, "todo esto se paralizó un poco, pero, en lo que yo sé, y las he visto, a lo largo del año 2010 no se para de recibir cartas de extorsión", ha declarado Sarría, quien no ha podido precisar el número de misivas recibidas en los últimos meses por los empresarios navarros. EFE
Pamplona, 3 jun (EFE).- El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarría, ha denunciado hoy un envío constante de cartas de extorsión de ETA a los empresarios de la Comunidad Foral a lo largo de este año, tras la reducción que se produjo a finales de 2009.
Momentos antes de presentar en conferencia de prensa una estrategia para la captación de talento en Navarra, Sarría ha señalado a los medios de comunicación que no se trata de una "nueva oleada", sino de un envío permanente de cartas de extorsión a empresarios en los últimos meses, de febrero a mayo.
Por ello, ha subrayado, se continúa en Navarra "en la misma línea dura, muy cruda, de que los empresarios continúan recibiendo cartas".
En el segundo semestre de 2009, "todo esto se paralizó un poco, pero, en lo que yo sé, y las he visto, a lo largo del año 2010 no se para de recibir cartas de extorsión", ha declarado Sarría, quien no ha podido precisar el número de misivas recibidas en los últimos meses por los empresarios navarros. EFE
Detienen en Francia presunto dirigente de Segi, vinculado a ETA
Detienen en Francia presunto dirigente de Segi, vinculado a ETA
MADRID (Reuters) - La Policía francesa detuvo el miércoles a un presunto dirigente del entorno juvenil del grupo separatista vasco ETA, la ilegalizada Segi, quien era buscado por acusaciones de terrorismo, informó el Ministerio del Interior español.
El presunto dirigente Jon Tellería, de 28 años, fue arrestado en la localidad gala de Saint-Pée sur Nivelle, precisó el ministerio. Había huido desde una gran operación contra Segi llevada a cabo a finales del 2009, en la que fueron detenidas 34 personas.
Tellería es uno de los máximos dirigentes de la organización, siendo su presunto portavoz y responsable nacional de Segi en la provincia de Guipúzcoa, según autoridades españolas.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlasca había emitido una orden de búsqueda por un presunto delito de terrorismo.
Segi, vinculada al entorno de ETA, fue declarada organización terrorista por el Tribunal Supremo de España en enero del 2007, al considerarla seguidora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai.
La organización juvenil también aparece en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea.
El Ministerio del Interior considera a Segi la organización de la izquierda abertzale "más ortodoxa y de mayor fidelidad" a ETA, además de la encargada de llevar a cabo acciones de desestabilización mediante la denominada "violencia callejera".
MADRID (Reuters) - La Policía francesa detuvo el miércoles a un presunto dirigente del entorno juvenil del grupo separatista vasco ETA, la ilegalizada Segi, quien era buscado por acusaciones de terrorismo, informó el Ministerio del Interior español.
El presunto dirigente Jon Tellería, de 28 años, fue arrestado en la localidad gala de Saint-Pée sur Nivelle, precisó el ministerio. Había huido desde una gran operación contra Segi llevada a cabo a finales del 2009, en la que fueron detenidas 34 personas.
Tellería es uno de los máximos dirigentes de la organización, siendo su presunto portavoz y responsable nacional de Segi en la provincia de Guipúzcoa, según autoridades españolas.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlasca había emitido una orden de búsqueda por un presunto delito de terrorismo.
Segi, vinculada al entorno de ETA, fue declarada organización terrorista por el Tribunal Supremo de España en enero del 2007, al considerarla seguidora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai.
La organización juvenil también aparece en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea.
El Ministerio del Interior considera a Segi la organización de la izquierda abertzale "más ortodoxa y de mayor fidelidad" a ETA, además de la encargada de llevar a cabo acciones de desestabilización mediante la denominada "violencia callejera".
ETA, radiografía de una derrota
ETA, radiografía de una derrota
Los terroristas viven el peor momento de sus 51 años de historia, con más presos que nunca y una división latente.
El pasado jueves Fermín Martínez, Artzai Santesteban y Zuriñe Gogenola, tres de los nuevos activistas de ETA que figuraban en las listas de los más buscados del Ministerio del Interior, se dejaron «cazar» en Roma tras pasar medio año de rocambolesca huida por Europa sin que nadie en la banda pudiera hacerse cargo de ellos tras su fuga el pasado noviembre cuando escaparon al último gran golpe a la cantera terrorista. Al final, prefirieron entregarse ante la imposibilidad de tomar las armas. La debilidad del otrora omnipresente aparato de acogida es la última evidencia de la descomposición de ETA, pero no es la única: el colectivo de presos engorda día a día, la disidencia en las cárceles crece a ritmo exponencial, los atentados son esporádicos, los jefes caen uno tras otro, las listas de liberados menguan como nunca, el acoso internacional acogota por todos lados. Así las cosas, el manido mantra de que «estamos más cerca del final de ETA», repetido con machaconería por los cinco últimos ministros del Interior durante los últimos 14 años, parece tener visos de ser algo más que un deseo. ¿Es el final de trayecto de una banda con 51 años de historia de sangre?
El rumor de que la banda está cerca de declarar una tregua tácita o explícita se hace más fuerte conforme la disidencia en la calle y, sobre todo, en las cárceles aumenta. La apuesta decidida de Alfredo Pérez Rubalcaba por romper a ETA desde las prisiones, en la que él no creía a su llegada al Ministerio, da ahora los mejores frutos y la cúpula terrorista lo sabe, pero se ve impotente para frenar la sangría. Son ya cerca de medio centenar de presos los que, de una forma u otra, han roto con la organización e, incluso, han firmado los cuatro puntos que Interior exige para que se incorporen al grupo de arrepentidos: condena de la violencia, perdón a las víctimas, asumir la responsabilidad civil de sus atentados y colaboración con la justicia. Por las tres cárceles en las que Instituciones Penitenciarias concentra a estos díscolos, Villabona, Zuera y Nanclares, han pasado cerca de un centenar de presos en los últimos meses. Unos movimientos que forman parte de una dinámica de continuos y calculados traslados de reclusos terroristas que se ha intensificado. Sólo entre mayo y junio, 72 miembros de ETA han sido alejados o acercados, la décima parte de la población reclusa de la organización que está repartida por España, Francia, Portugal, Inglaterra y, desde esta semana, Italia.
La colonia etarra entre rejas no ha bajado ni una sola vez de los 600 presos desde el 2002 aunque los atentados, que a la postre son la mejor pista para practicar detenciones, se han reducido desde entonces a menos de la cuarta parte. Entre enero y junio del 2010, según las estadísticas de Interior, fueron capturados 61 terroristas sin que ETA haya podido perpetrar ni un atentado relevante en España.
Apuestas fracasadas
Las detenciones antes de actuar, las más valiosas, pero también las más difíciles, son moneda corriente, y han permitido capturar tanto a jefes como a «indios». El pasado mayo cayó en Francia el quinto cabecilla de ETA en dos años. Como casi todos sus antecesores, Mikel Karrera, 'Ata', en su breve «mandato» de tres meses se preocupó más de huir que de preparar atentados. Sus apuestas se contaron por fracasos antes de nacer: la fábrica de bombas de Portugal, la reactivación de tres comandos en el País Vasco y la puesta en marcha de una base en Cataluña.
«Y por debajo las cosas no están mejor», afirman los mandos de la lucha antiterrorista que, aunque hacen lo imposible por no lanzar las campanas al viento, recuerdan, no sin sorna, el perfil de los nuevos activistas de la «ETA-Facebook» nacida en el 2009 y que en los últimos meses ha dejado un reguero de datos en las redes sociales para satisfacción de las fuerzas de seguridad. Estos etarras de nuevo cuño viajan con su documentación real y en coches de sus familiares, compaginan su actividad terrorista con el tráfico de drogas o se prestan a formar parte de listas electorales ilegalizadas y sometidas a la vigilancia continua de las fuerzas de seguridad. Una 'lumpenización' que debe remecer en sus tumbas a más de un histórico
Las caídas, además, no son ya cubiertas con tanta velocidad como hace tres años y medio, cuando ETA rompió la tregua con el atentado de la T-4 de Barajas envalentonada por la ola de jóvenes huidos de la 'kale borroka' que, aun sin experiencia, decidieron dar el paso y enrolarse en sus filas. Con estas nuevas incorporaciones, los terroristas lograron mantener en el 2007, 2008 y parte del 2009 una actividad notable. Pero la veta de la violencia callejera, en cambio, ha caído en picado desde mayo del 2007, cuando hubo más de cien ataques, y con ella el 'salto' de los cachorros a ETA. En verano de 2009, época de fiestas estivales y sabotajes, ningún mes llegó a los 40 atentados de los llamados de baja intensidad.
La amplia redada de la Policía del pasado noviembre contra Segi -la operación se saldó con una treintena de arrestados y de la que huyeron los tres detenidos el jueves en Roma- dejó, además, sin «plan b» y sin cantera a la banda. El resultado es que, por primera vez en la última década, la relación de 'liberados' (fichados) de ETA no supera la treintena. El número de 'legales' (no fichados) es, por supuesto, una incógnita, aunque los servicios de Información no creen que ahora superen la veintena, incluidos los colaboradores.
Nadie paga
Pocos y pobres, insisten los informes de los expertos de la lucha antiterrorista. La nueva ETA está en bancarrota, hasta el punto de que en los últimos meses las fuerzas de seguridad ya han interceptado documentos y comunicaciones en las que se insta a los «legales», los únicos que pueden tener ingresos regulares con las nóminas por su trabajo, a pagar de su bolsillo los trabajos para la banda. Sin aparente capacidad logística ni técnica desde hace una década para sostener un largo secuestro, aunque Interior sigue sin descartar una acción de este tipo, que permita salir del pozo financiero, las dos únicas posibles vías de financiación de ETA, el impuesto revolucionario y, en menor medida, el dinero de los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale, viven también horas bajas.
La extorsión por medio de cartas no ha cesado. Sólo el año pasado se contabilizaron cerca de 3.500. Sin embargo, cada vez son menos los empresarios vascos y navarros que ceden al chantaje, sabedores que ETA tiene cada vez más difícil cumplir sus amenazas si no pagan. Los terroristas, a su vez, aunque manden las cartas, tienen casi imposible cobrar después el dinero que exigen.
En cuanto a los consistorios afines a ETA, 42 en Euskadi y Navarra, el allegamiento de fondos al entorno pro etarra tiene fecha de caducidad: el 22 de mayo del 2011, fecha de las próximas elecciones municipales en las que será muy difícil que la izquierda abertzale pueda presentar listas de candidatos que pasen el filtro del Supremo y del Constitucional, tribunales que, además, cuentan con el respaldo doctrinario de la corte de Derechos Humanos de Estrasburgo, que en junio del 2009 apoyó por unanimidad la ilegalización de Batasuna. Un espaldarazo internacional que sólo es la guinda a una colaboración transnacional que en Europa ya nadie cuestiona.
Así pues, ¿final de trayecto para ETA? Ninguno, absolutamente ninguno, de los mandos de la lucha antiterrorista se atreve a suprimir los interrogantes a la pregunta. Inquieta que los nombres que suenan como nuevas jefas de ETA, Iratxe Sorzábal Díaz e Izaskun Lesaka Argüelles, procedan del sector 'duro' crecidas a las sombra del sanguinario 'Txeroki'. Pero a pesar de esos nubarrones, todos los que se dejan el pellejo por terminar con la banda repiten, ahora ya convencidos, el mantra: «estamos más cerca del final de ETA».
Los terroristas viven el peor momento de sus 51 años de historia, con más presos que nunca y una división latente.
El pasado jueves Fermín Martínez, Artzai Santesteban y Zuriñe Gogenola, tres de los nuevos activistas de ETA que figuraban en las listas de los más buscados del Ministerio del Interior, se dejaron «cazar» en Roma tras pasar medio año de rocambolesca huida por Europa sin que nadie en la banda pudiera hacerse cargo de ellos tras su fuga el pasado noviembre cuando escaparon al último gran golpe a la cantera terrorista. Al final, prefirieron entregarse ante la imposibilidad de tomar las armas. La debilidad del otrora omnipresente aparato de acogida es la última evidencia de la descomposición de ETA, pero no es la única: el colectivo de presos engorda día a día, la disidencia en las cárceles crece a ritmo exponencial, los atentados son esporádicos, los jefes caen uno tras otro, las listas de liberados menguan como nunca, el acoso internacional acogota por todos lados. Así las cosas, el manido mantra de que «estamos más cerca del final de ETA», repetido con machaconería por los cinco últimos ministros del Interior durante los últimos 14 años, parece tener visos de ser algo más que un deseo. ¿Es el final de trayecto de una banda con 51 años de historia de sangre?
El rumor de que la banda está cerca de declarar una tregua tácita o explícita se hace más fuerte conforme la disidencia en la calle y, sobre todo, en las cárceles aumenta. La apuesta decidida de Alfredo Pérez Rubalcaba por romper a ETA desde las prisiones, en la que él no creía a su llegada al Ministerio, da ahora los mejores frutos y la cúpula terrorista lo sabe, pero se ve impotente para frenar la sangría. Son ya cerca de medio centenar de presos los que, de una forma u otra, han roto con la organización e, incluso, han firmado los cuatro puntos que Interior exige para que se incorporen al grupo de arrepentidos: condena de la violencia, perdón a las víctimas, asumir la responsabilidad civil de sus atentados y colaboración con la justicia. Por las tres cárceles en las que Instituciones Penitenciarias concentra a estos díscolos, Villabona, Zuera y Nanclares, han pasado cerca de un centenar de presos en los últimos meses. Unos movimientos que forman parte de una dinámica de continuos y calculados traslados de reclusos terroristas que se ha intensificado. Sólo entre mayo y junio, 72 miembros de ETA han sido alejados o acercados, la décima parte de la población reclusa de la organización que está repartida por España, Francia, Portugal, Inglaterra y, desde esta semana, Italia.
La colonia etarra entre rejas no ha bajado ni una sola vez de los 600 presos desde el 2002 aunque los atentados, que a la postre son la mejor pista para practicar detenciones, se han reducido desde entonces a menos de la cuarta parte. Entre enero y junio del 2010, según las estadísticas de Interior, fueron capturados 61 terroristas sin que ETA haya podido perpetrar ni un atentado relevante en España.
Apuestas fracasadas
Las detenciones antes de actuar, las más valiosas, pero también las más difíciles, son moneda corriente, y han permitido capturar tanto a jefes como a «indios». El pasado mayo cayó en Francia el quinto cabecilla de ETA en dos años. Como casi todos sus antecesores, Mikel Karrera, 'Ata', en su breve «mandato» de tres meses se preocupó más de huir que de preparar atentados. Sus apuestas se contaron por fracasos antes de nacer: la fábrica de bombas de Portugal, la reactivación de tres comandos en el País Vasco y la puesta en marcha de una base en Cataluña.
«Y por debajo las cosas no están mejor», afirman los mandos de la lucha antiterrorista que, aunque hacen lo imposible por no lanzar las campanas al viento, recuerdan, no sin sorna, el perfil de los nuevos activistas de la «ETA-Facebook» nacida en el 2009 y que en los últimos meses ha dejado un reguero de datos en las redes sociales para satisfacción de las fuerzas de seguridad. Estos etarras de nuevo cuño viajan con su documentación real y en coches de sus familiares, compaginan su actividad terrorista con el tráfico de drogas o se prestan a formar parte de listas electorales ilegalizadas y sometidas a la vigilancia continua de las fuerzas de seguridad. Una 'lumpenización' que debe remecer en sus tumbas a más de un histórico
Las caídas, además, no son ya cubiertas con tanta velocidad como hace tres años y medio, cuando ETA rompió la tregua con el atentado de la T-4 de Barajas envalentonada por la ola de jóvenes huidos de la 'kale borroka' que, aun sin experiencia, decidieron dar el paso y enrolarse en sus filas. Con estas nuevas incorporaciones, los terroristas lograron mantener en el 2007, 2008 y parte del 2009 una actividad notable. Pero la veta de la violencia callejera, en cambio, ha caído en picado desde mayo del 2007, cuando hubo más de cien ataques, y con ella el 'salto' de los cachorros a ETA. En verano de 2009, época de fiestas estivales y sabotajes, ningún mes llegó a los 40 atentados de los llamados de baja intensidad.
La amplia redada de la Policía del pasado noviembre contra Segi -la operación se saldó con una treintena de arrestados y de la que huyeron los tres detenidos el jueves en Roma- dejó, además, sin «plan b» y sin cantera a la banda. El resultado es que, por primera vez en la última década, la relación de 'liberados' (fichados) de ETA no supera la treintena. El número de 'legales' (no fichados) es, por supuesto, una incógnita, aunque los servicios de Información no creen que ahora superen la veintena, incluidos los colaboradores.
Nadie paga
Pocos y pobres, insisten los informes de los expertos de la lucha antiterrorista. La nueva ETA está en bancarrota, hasta el punto de que en los últimos meses las fuerzas de seguridad ya han interceptado documentos y comunicaciones en las que se insta a los «legales», los únicos que pueden tener ingresos regulares con las nóminas por su trabajo, a pagar de su bolsillo los trabajos para la banda. Sin aparente capacidad logística ni técnica desde hace una década para sostener un largo secuestro, aunque Interior sigue sin descartar una acción de este tipo, que permita salir del pozo financiero, las dos únicas posibles vías de financiación de ETA, el impuesto revolucionario y, en menor medida, el dinero de los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale, viven también horas bajas.
La extorsión por medio de cartas no ha cesado. Sólo el año pasado se contabilizaron cerca de 3.500. Sin embargo, cada vez son menos los empresarios vascos y navarros que ceden al chantaje, sabedores que ETA tiene cada vez más difícil cumplir sus amenazas si no pagan. Los terroristas, a su vez, aunque manden las cartas, tienen casi imposible cobrar después el dinero que exigen.
En cuanto a los consistorios afines a ETA, 42 en Euskadi y Navarra, el allegamiento de fondos al entorno pro etarra tiene fecha de caducidad: el 22 de mayo del 2011, fecha de las próximas elecciones municipales en las que será muy difícil que la izquierda abertzale pueda presentar listas de candidatos que pasen el filtro del Supremo y del Constitucional, tribunales que, además, cuentan con el respaldo doctrinario de la corte de Derechos Humanos de Estrasburgo, que en junio del 2009 apoyó por unanimidad la ilegalización de Batasuna. Un espaldarazo internacional que sólo es la guinda a una colaboración transnacional que en Europa ya nadie cuestiona.
Así pues, ¿final de trayecto para ETA? Ninguno, absolutamente ninguno, de los mandos de la lucha antiterrorista se atreve a suprimir los interrogantes a la pregunta. Inquieta que los nombres que suenan como nuevas jefas de ETA, Iratxe Sorzábal Díaz e Izaskun Lesaka Argüelles, procedan del sector 'duro' crecidas a las sombra del sanguinario 'Txeroki'. Pero a pesar de esos nubarrones, todos los que se dejan el pellejo por terminar con la banda repiten, ahora ya convencidos, el mantra: «estamos más cerca del final de ETA».
ETA, radiografía de una derrota
ETA, radiografía de una derrota
Los terroristas viven el peor momento de sus 51 años de historia, con más presos que nunca y una división latente.
El pasado jueves Fermín Martínez, Artzai Santesteban y Zuriñe Gogenola, tres de los nuevos activistas de ETA que figuraban en las listas de los más buscados del Ministerio del Interior, se dejaron «cazar» en Roma tras pasar medio año de rocambolesca huida por Europa sin que nadie en la banda pudiera hacerse cargo de ellos tras su fuga el pasado noviembre cuando escaparon al último gran golpe a la cantera terrorista. Al final, prefirieron entregarse ante la imposibilidad de tomar las armas. La debilidad del otrora omnipresente aparato de acogida es la última evidencia de la descomposición de ETA, pero no es la única: el colectivo de presos engorda día a día, la disidencia en las cárceles crece a ritmo exponencial, los atentados son esporádicos, los jefes caen uno tras otro, las listas de liberados menguan como nunca, el acoso internacional acogota por todos lados. Así las cosas, el manido mantra de que «estamos más cerca del final de ETA», repetido con machaconería por los cinco últimos ministros del Interior durante los últimos 14 años, parece tener visos de ser algo más que un deseo. ¿Es el final de trayecto de una banda con 51 años de historia de sangre?
El rumor de que la banda está cerca de declarar una tregua tácita o explícita se hace más fuerte conforme la disidencia en la calle y, sobre todo, en las cárceles aumenta. La apuesta decidida de Alfredo Pérez Rubalcaba por romper a ETA desde las prisiones, en la que él no creía a su llegada al Ministerio, da ahora los mejores frutos y la cúpula terrorista lo sabe, pero se ve impotente para frenar la sangría. Son ya cerca de medio centenar de presos los que, de una forma u otra, han roto con la organización e, incluso, han firmado los cuatro puntos que Interior exige para que se incorporen al grupo de arrepentidos: condena de la violencia, perdón a las víctimas, asumir la responsabilidad civil de sus atentados y colaboración con la justicia. Por las tres cárceles en las que Instituciones Penitenciarias concentra a estos díscolos, Villabona, Zuera y Nanclares, han pasado cerca de un centenar de presos en los últimos meses. Unos movimientos que forman parte de una dinámica de continuos y calculados traslados de reclusos terroristas que se ha intensificado. Sólo entre mayo y junio, 72 miembros de ETA han sido alejados o acercados, la décima parte de la población reclusa de la organización que está repartida por España, Francia, Portugal, Inglaterra y, desde esta semana, Italia.
La colonia etarra entre rejas no ha bajado ni una sola vez de los 600 presos desde el 2002 aunque los atentados, que a la postre son la mejor pista para practicar detenciones, se han reducido desde entonces a menos de la cuarta parte. Entre enero y junio del 2010, según las estadísticas de Interior, fueron capturados 61 terroristas sin que ETA haya podido perpetrar ni un atentado relevante en España.
Apuestas fracasadas
Las detenciones antes de actuar, las más valiosas, pero también las más difíciles, son moneda corriente, y han permitido capturar tanto a jefes como a «indios». El pasado mayo cayó en Francia el quinto cabecilla de ETA en dos años. Como casi todos sus antecesores, Mikel Karrera, 'Ata', en su breve «mandato» de tres meses se preocupó más de huir que de preparar atentados. Sus apuestas se contaron por fracasos antes de nacer: la fábrica de bombas de Portugal, la reactivación de tres comandos en el País Vasco y la puesta en marcha de una base en Cataluña.
«Y por debajo las cosas no están mejor», afirman los mandos de la lucha antiterrorista que, aunque hacen lo imposible por no lanzar las campanas al viento, recuerdan, no sin sorna, el perfil de los nuevos activistas de la «ETA-Facebook» nacida en el 2009 y que en los últimos meses ha dejado un reguero de datos en las redes sociales para satisfacción de las fuerzas de seguridad. Estos etarras de nuevo cuño viajan con su documentación real y en coches de sus familiares, compaginan su actividad terrorista con el tráfico de drogas o se prestan a formar parte de listas electorales ilegalizadas y sometidas a la vigilancia continua de las fuerzas de seguridad. Una 'lumpenización' que debe remecer en sus tumbas a más de un histórico
Las caídas, además, no son ya cubiertas con tanta velocidad como hace tres años y medio, cuando ETA rompió la tregua con el atentado de la T-4 de Barajas envalentonada por la ola de jóvenes huidos de la 'kale borroka' que, aun sin experiencia, decidieron dar el paso y enrolarse en sus filas. Con estas nuevas incorporaciones, los terroristas lograron mantener en el 2007, 2008 y parte del 2009 una actividad notable. Pero la veta de la violencia callejera, en cambio, ha caído en picado desde mayo del 2007, cuando hubo más de cien ataques, y con ella el 'salto' de los cachorros a ETA. En verano de 2009, época de fiestas estivales y sabotajes, ningún mes llegó a los 40 atentados de los llamados de baja intensidad.
La amplia redada de la Policía del pasado noviembre contra Segi -la operación se saldó con una treintena de arrestados y de la que huyeron los tres detenidos el jueves en Roma- dejó, además, sin «plan b» y sin cantera a la banda. El resultado es que, por primera vez en la última década, la relación de 'liberados' (fichados) de ETA no supera la treintena. El número de 'legales' (no fichados) es, por supuesto, una incógnita, aunque los servicios de Información no creen que ahora superen la veintena, incluidos los colaboradores.
Nadie paga
Pocos y pobres, insisten los informes de los expertos de la lucha antiterrorista. La nueva ETA está en bancarrota, hasta el punto de que en los últimos meses las fuerzas de seguridad ya han interceptado documentos y comunicaciones en las que se insta a los «legales», los únicos que pueden tener ingresos regulares con las nóminas por su trabajo, a pagar de su bolsillo los trabajos para la banda. Sin aparente capacidad logística ni técnica desde hace una década para sostener un largo secuestro, aunque Interior sigue sin descartar una acción de este tipo, que permita salir del pozo financiero, las dos únicas posibles vías de financiación de ETA, el impuesto revolucionario y, en menor medida, el dinero de los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale, viven también horas bajas.
La extorsión por medio de cartas no ha cesado. Sólo el año pasado se contabilizaron cerca de 3.500. Sin embargo, cada vez son menos los empresarios vascos y navarros que ceden al chantaje, sabedores que ETA tiene cada vez más difícil cumplir sus amenazas si no pagan. Los terroristas, a su vez, aunque manden las cartas, tienen casi imposible cobrar después el dinero que exigen.
En cuanto a los consistorios afines a ETA, 42 en Euskadi y Navarra, el allegamiento de fondos al entorno pro etarra tiene fecha de caducidad: el 22 de mayo del 2011, fecha de las próximas elecciones municipales en las que será muy difícil que la izquierda abertzale pueda presentar listas de candidatos que pasen el filtro del Supremo y del Constitucional, tribunales que, además, cuentan con el respaldo doctrinario de la corte de Derechos Humanos de Estrasburgo, que en junio del 2009 apoyó por unanimidad la ilegalización de Batasuna. Un espaldarazo internacional que sólo es la guinda a una colaboración transnacional que en Europa ya nadie cuestiona.
Así pues, ¿final de trayecto para ETA? Ninguno, absolutamente ninguno, de los mandos de la lucha antiterrorista se atreve a suprimir los interrogantes a la pregunta. Inquieta que los nombres que suenan como nuevas jefas de ETA, Iratxe Sorzábal Díaz e Izaskun Lesaka Argüelles, procedan del sector 'duro' crecidas a las sombra del sanguinario 'Txeroki'. Pero a pesar de esos nubarrones, todos los que se dejan el pellejo por terminar con la banda repiten, ahora ya convencidos, el mantra: «estamos más cerca del final de ETA».
Los terroristas viven el peor momento de sus 51 años de historia, con más presos que nunca y una división latente.
El pasado jueves Fermín Martínez, Artzai Santesteban y Zuriñe Gogenola, tres de los nuevos activistas de ETA que figuraban en las listas de los más buscados del Ministerio del Interior, se dejaron «cazar» en Roma tras pasar medio año de rocambolesca huida por Europa sin que nadie en la banda pudiera hacerse cargo de ellos tras su fuga el pasado noviembre cuando escaparon al último gran golpe a la cantera terrorista. Al final, prefirieron entregarse ante la imposibilidad de tomar las armas. La debilidad del otrora omnipresente aparato de acogida es la última evidencia de la descomposición de ETA, pero no es la única: el colectivo de presos engorda día a día, la disidencia en las cárceles crece a ritmo exponencial, los atentados son esporádicos, los jefes caen uno tras otro, las listas de liberados menguan como nunca, el acoso internacional acogota por todos lados. Así las cosas, el manido mantra de que «estamos más cerca del final de ETA», repetido con machaconería por los cinco últimos ministros del Interior durante los últimos 14 años, parece tener visos de ser algo más que un deseo. ¿Es el final de trayecto de una banda con 51 años de historia de sangre?
El rumor de que la banda está cerca de declarar una tregua tácita o explícita se hace más fuerte conforme la disidencia en la calle y, sobre todo, en las cárceles aumenta. La apuesta decidida de Alfredo Pérez Rubalcaba por romper a ETA desde las prisiones, en la que él no creía a su llegada al Ministerio, da ahora los mejores frutos y la cúpula terrorista lo sabe, pero se ve impotente para frenar la sangría. Son ya cerca de medio centenar de presos los que, de una forma u otra, han roto con la organización e, incluso, han firmado los cuatro puntos que Interior exige para que se incorporen al grupo de arrepentidos: condena de la violencia, perdón a las víctimas, asumir la responsabilidad civil de sus atentados y colaboración con la justicia. Por las tres cárceles en las que Instituciones Penitenciarias concentra a estos díscolos, Villabona, Zuera y Nanclares, han pasado cerca de un centenar de presos en los últimos meses. Unos movimientos que forman parte de una dinámica de continuos y calculados traslados de reclusos terroristas que se ha intensificado. Sólo entre mayo y junio, 72 miembros de ETA han sido alejados o acercados, la décima parte de la población reclusa de la organización que está repartida por España, Francia, Portugal, Inglaterra y, desde esta semana, Italia.
La colonia etarra entre rejas no ha bajado ni una sola vez de los 600 presos desde el 2002 aunque los atentados, que a la postre son la mejor pista para practicar detenciones, se han reducido desde entonces a menos de la cuarta parte. Entre enero y junio del 2010, según las estadísticas de Interior, fueron capturados 61 terroristas sin que ETA haya podido perpetrar ni un atentado relevante en España.
Apuestas fracasadas
Las detenciones antes de actuar, las más valiosas, pero también las más difíciles, son moneda corriente, y han permitido capturar tanto a jefes como a «indios». El pasado mayo cayó en Francia el quinto cabecilla de ETA en dos años. Como casi todos sus antecesores, Mikel Karrera, 'Ata', en su breve «mandato» de tres meses se preocupó más de huir que de preparar atentados. Sus apuestas se contaron por fracasos antes de nacer: la fábrica de bombas de Portugal, la reactivación de tres comandos en el País Vasco y la puesta en marcha de una base en Cataluña.
«Y por debajo las cosas no están mejor», afirman los mandos de la lucha antiterrorista que, aunque hacen lo imposible por no lanzar las campanas al viento, recuerdan, no sin sorna, el perfil de los nuevos activistas de la «ETA-Facebook» nacida en el 2009 y que en los últimos meses ha dejado un reguero de datos en las redes sociales para satisfacción de las fuerzas de seguridad. Estos etarras de nuevo cuño viajan con su documentación real y en coches de sus familiares, compaginan su actividad terrorista con el tráfico de drogas o se prestan a formar parte de listas electorales ilegalizadas y sometidas a la vigilancia continua de las fuerzas de seguridad. Una 'lumpenización' que debe remecer en sus tumbas a más de un histórico
Las caídas, además, no son ya cubiertas con tanta velocidad como hace tres años y medio, cuando ETA rompió la tregua con el atentado de la T-4 de Barajas envalentonada por la ola de jóvenes huidos de la 'kale borroka' que, aun sin experiencia, decidieron dar el paso y enrolarse en sus filas. Con estas nuevas incorporaciones, los terroristas lograron mantener en el 2007, 2008 y parte del 2009 una actividad notable. Pero la veta de la violencia callejera, en cambio, ha caído en picado desde mayo del 2007, cuando hubo más de cien ataques, y con ella el 'salto' de los cachorros a ETA. En verano de 2009, época de fiestas estivales y sabotajes, ningún mes llegó a los 40 atentados de los llamados de baja intensidad.
La amplia redada de la Policía del pasado noviembre contra Segi -la operación se saldó con una treintena de arrestados y de la que huyeron los tres detenidos el jueves en Roma- dejó, además, sin «plan b» y sin cantera a la banda. El resultado es que, por primera vez en la última década, la relación de 'liberados' (fichados) de ETA no supera la treintena. El número de 'legales' (no fichados) es, por supuesto, una incógnita, aunque los servicios de Información no creen que ahora superen la veintena, incluidos los colaboradores.
Nadie paga
Pocos y pobres, insisten los informes de los expertos de la lucha antiterrorista. La nueva ETA está en bancarrota, hasta el punto de que en los últimos meses las fuerzas de seguridad ya han interceptado documentos y comunicaciones en las que se insta a los «legales», los únicos que pueden tener ingresos regulares con las nóminas por su trabajo, a pagar de su bolsillo los trabajos para la banda. Sin aparente capacidad logística ni técnica desde hace una década para sostener un largo secuestro, aunque Interior sigue sin descartar una acción de este tipo, que permita salir del pozo financiero, las dos únicas posibles vías de financiación de ETA, el impuesto revolucionario y, en menor medida, el dinero de los ayuntamientos gobernados por la izquierda abertzale, viven también horas bajas.
La extorsión por medio de cartas no ha cesado. Sólo el año pasado se contabilizaron cerca de 3.500. Sin embargo, cada vez son menos los empresarios vascos y navarros que ceden al chantaje, sabedores que ETA tiene cada vez más difícil cumplir sus amenazas si no pagan. Los terroristas, a su vez, aunque manden las cartas, tienen casi imposible cobrar después el dinero que exigen.
En cuanto a los consistorios afines a ETA, 42 en Euskadi y Navarra, el allegamiento de fondos al entorno pro etarra tiene fecha de caducidad: el 22 de mayo del 2011, fecha de las próximas elecciones municipales en las que será muy difícil que la izquierda abertzale pueda presentar listas de candidatos que pasen el filtro del Supremo y del Constitucional, tribunales que, además, cuentan con el respaldo doctrinario de la corte de Derechos Humanos de Estrasburgo, que en junio del 2009 apoyó por unanimidad la ilegalización de Batasuna. Un espaldarazo internacional que sólo es la guinda a una colaboración transnacional que en Europa ya nadie cuestiona.
Así pues, ¿final de trayecto para ETA? Ninguno, absolutamente ninguno, de los mandos de la lucha antiterrorista se atreve a suprimir los interrogantes a la pregunta. Inquieta que los nombres que suenan como nuevas jefas de ETA, Iratxe Sorzábal Díaz e Izaskun Lesaka Argüelles, procedan del sector 'duro' crecidas a las sombra del sanguinario 'Txeroki'. Pero a pesar de esos nubarrones, todos los que se dejan el pellejo por terminar con la banda repiten, ahora ya convencidos, el mantra: «estamos más cerca del final de ETA».
La infiltración del agente Anido en ETA
Llegó a ser el chófer de “Mikel Antza”, el violento jefe de la banda
La infiltración del agente Anido en ETA
Por Xose Manuel Lema [http://www.anosacosta.es]. Mayo de 1995. Las páginas del periódico “Egin” se convertían en el altavoz que trasmitía una condena de muerte. El diario abertzale era la garganta de la banda terrorista ETA, que ponía en su punto de mira a José Antonio Anido Martínez, de origen gallego, y que consiguió estar infiltrado en la organización durante varios años, contribuyendo a que el estado español asestara varios golpes a los independentistas.
Este es uno de los momentos claves de esta apasionante historia. Pero no el único. Porque la breve trayectoria conocida de José Antonio Anido es merecedora de un guión de cualquier thriller norteamericano. Episodios de preparación elitista, momentos de tensión, y convivencia con terroristas sanguinarios. Un cordero obligado a convivir con lobos para recabar información, sin ser descubierto, caminando cada minuto por el hilo de la navaja. Un auténtico trapecista sin red en un circo de odio y venganza. Una vida sin alma al servicio de la inteligencia española. Un túnel de silencio, primero como infiltrado y luego oculto en el anonimato, para no ser devorado por sus perseguidores.
Anido es hijo de emigrantes gallegos. De Antonio Anido Cabana, nacido en A Pastoriza (Lugo) y María Rosalía Martínez Romar, de Santa Sabina-Santa Comba (A Coruña). Los dos se conocieron y se casaron en esta parroquia de la Terra do Xallas. Se marcharon a Estrasburgo-Francia, donde nació José Antonio. El joven visitó ocasionalmente el ayuntamiento de Santa Comba, y aún es recordado aquí, aunque mucha gente no sabe bien toda su historia. “Lo recuerdo perfectamente. Era más bien alto. Pasaba un par de días aquí y de repente se marchaba. Así en varias ocasiones”, comenta un vecino de la parroquia.
Anido se convirtió en Guardia Civil, recibiendo preparación en cuerpos de élite y cumpliendo todos los requisitos para poder cumplir misiones de alto riesgo, como las de infiltración. Después de la formación, había que poner lo aprendido en práctica. El agente Anido estaba llamado a introducirse en la banda etarra. Se creó la identidad de Joseph Anido, un objetor de conciencia que escapara a Francia, para contactar con los círculos antimilitaristas que existían en Bayona. Su dominio del francés era un valor añadido. Poco a poco se adentró en el mundo abertzale hasta convertirse en un miembro más. Era 1989, cuando comenzaba a tejer una densa red de información directa desde ETA hasta los servicios secretos españoles, agrupados en el CESID, que acabó derivando en el actual CNI.
Hombre de confianza del pistolero
Los años de formación de Anido y sus propias cualidades de supervivencia y captación de datos sirvieron para que durante seis años los terroristas contaran con una importante vía de agua en su estructura. Lamentablemente se acabaría taponando. Pero hasta 1995, Anido desarrolló una impresionante actividad como “topo”, llegando hasta la cúpula de la organización. Acabó siendo el chófer de Mikel Albizu Iriarte, ”Mikel Antza”, que en 1993 asumía la dirección del aparato de ETA. Mucho mérito tiene para un infiltrado no despertar desconfianzas, pero ya es una auténtica heroicidad llegar a donde llegó este hombre, que por cierto, nunca ocultó y hacía continuas referencias a su procedencia gallega.
Porque Mikel Antza no era precisamente un pistolero a secas, y tenía una base intelectual sólida, matriculándose en Ciencias Políticas en la Universidad de la Sorbona. Una de sus misiones más llamativas fue el diseño y la ejecución de la espectacular fuga de la cárcel de Martutene. Antza entró en el centro penitenciario como un supuesto técnico de sonido del músico Imanol, que iba a ofrecer un concierto. Y salió con dos presos escondidos en los bafles. Era un defensor a ultranza de los métodos violentos. Imagínense al agente Anido transportando en un coche a este dirigente. Mientras el “topo de Santa Sabina” hizo su misión pasaron cosas importantes, lo que demuestra que los flujos de informacción estuvieron bien abiertos.
El 29 de marzo de 1992, ETA sufre un golpe histórico, con la captura de toda su primera fila en Bidart. En vísperas de las Olimpiadas de Barcelona y con la Expo de Sevilla, eran detenidos en Bidart, cerca de San Juan de Luz, Txelis, Baldo, Paquito y Fiti. Pertenecían al llamado colectivo Artapalo. El siguiente en coger el timón sanguinario fue Antza. Y Anido su chófer. Se ganó la confianza de los terroristas, que destacaron a sus propios medios que “era un buen militante” y lo acabaron apodando “Josette”. En 1994, se consigue detener a “Mobutu” en Toulon, en el suroeste de Francia, y a otros de los hombres fuertes de la organización. A punto estuvo de caer en esas fechas el propio Mikel Antza.
La infiltración del agente Anido en ETA
Por Xose Manuel Lema [http://www.anosacosta.es]. Mayo de 1995. Las páginas del periódico “Egin” se convertían en el altavoz que trasmitía una condena de muerte. El diario abertzale era la garganta de la banda terrorista ETA, que ponía en su punto de mira a José Antonio Anido Martínez, de origen gallego, y que consiguió estar infiltrado en la organización durante varios años, contribuyendo a que el estado español asestara varios golpes a los independentistas.
Este es uno de los momentos claves de esta apasionante historia. Pero no el único. Porque la breve trayectoria conocida de José Antonio Anido es merecedora de un guión de cualquier thriller norteamericano. Episodios de preparación elitista, momentos de tensión, y convivencia con terroristas sanguinarios. Un cordero obligado a convivir con lobos para recabar información, sin ser descubierto, caminando cada minuto por el hilo de la navaja. Un auténtico trapecista sin red en un circo de odio y venganza. Una vida sin alma al servicio de la inteligencia española. Un túnel de silencio, primero como infiltrado y luego oculto en el anonimato, para no ser devorado por sus perseguidores.
Anido es hijo de emigrantes gallegos. De Antonio Anido Cabana, nacido en A Pastoriza (Lugo) y María Rosalía Martínez Romar, de Santa Sabina-Santa Comba (A Coruña). Los dos se conocieron y se casaron en esta parroquia de la Terra do Xallas. Se marcharon a Estrasburgo-Francia, donde nació José Antonio. El joven visitó ocasionalmente el ayuntamiento de Santa Comba, y aún es recordado aquí, aunque mucha gente no sabe bien toda su historia. “Lo recuerdo perfectamente. Era más bien alto. Pasaba un par de días aquí y de repente se marchaba. Así en varias ocasiones”, comenta un vecino de la parroquia.
Anido se convirtió en Guardia Civil, recibiendo preparación en cuerpos de élite y cumpliendo todos los requisitos para poder cumplir misiones de alto riesgo, como las de infiltración. Después de la formación, había que poner lo aprendido en práctica. El agente Anido estaba llamado a introducirse en la banda etarra. Se creó la identidad de Joseph Anido, un objetor de conciencia que escapara a Francia, para contactar con los círculos antimilitaristas que existían en Bayona. Su dominio del francés era un valor añadido. Poco a poco se adentró en el mundo abertzale hasta convertirse en un miembro más. Era 1989, cuando comenzaba a tejer una densa red de información directa desde ETA hasta los servicios secretos españoles, agrupados en el CESID, que acabó derivando en el actual CNI.
Hombre de confianza del pistolero
Los años de formación de Anido y sus propias cualidades de supervivencia y captación de datos sirvieron para que durante seis años los terroristas contaran con una importante vía de agua en su estructura. Lamentablemente se acabaría taponando. Pero hasta 1995, Anido desarrolló una impresionante actividad como “topo”, llegando hasta la cúpula de la organización. Acabó siendo el chófer de Mikel Albizu Iriarte, ”Mikel Antza”, que en 1993 asumía la dirección del aparato de ETA. Mucho mérito tiene para un infiltrado no despertar desconfianzas, pero ya es una auténtica heroicidad llegar a donde llegó este hombre, que por cierto, nunca ocultó y hacía continuas referencias a su procedencia gallega.
Porque Mikel Antza no era precisamente un pistolero a secas, y tenía una base intelectual sólida, matriculándose en Ciencias Políticas en la Universidad de la Sorbona. Una de sus misiones más llamativas fue el diseño y la ejecución de la espectacular fuga de la cárcel de Martutene. Antza entró en el centro penitenciario como un supuesto técnico de sonido del músico Imanol, que iba a ofrecer un concierto. Y salió con dos presos escondidos en los bafles. Era un defensor a ultranza de los métodos violentos. Imagínense al agente Anido transportando en un coche a este dirigente. Mientras el “topo de Santa Sabina” hizo su misión pasaron cosas importantes, lo que demuestra que los flujos de informacción estuvieron bien abiertos.
El 29 de marzo de 1992, ETA sufre un golpe histórico, con la captura de toda su primera fila en Bidart. En vísperas de las Olimpiadas de Barcelona y con la Expo de Sevilla, eran detenidos en Bidart, cerca de San Juan de Luz, Txelis, Baldo, Paquito y Fiti. Pertenecían al llamado colectivo Artapalo. El siguiente en coger el timón sanguinario fue Antza. Y Anido su chófer. Se ganó la confianza de los terroristas, que destacaron a sus propios medios que “era un buen militante” y lo acabaron apodando “Josette”. En 1994, se consigue detener a “Mobutu” en Toulon, en el suroeste de Francia, y a otros de los hombres fuertes de la organización. A punto estuvo de caer en esas fechas el propio Mikel Antza.
Francia entrega a los etarras Oier Goitia y Arnaltz Guisasola
Francia entrega a los etarras Oier Goitia y Arnaltz Guisasola
Madrid, 18 jun (EFE).- Agentes de la Policía Nacional han trasladado hoy a Madrid desde Francia a los miembros de ETA Arnaltz Guisasola Olaeta y Oier Goitia Abadía, ambos reclamados por la Audiencia Nacional, ha informado el Cuerpo Nacional de Policía.
Guisasola ha sido entregado a España para el cumplimiento de cinco años de prisión por delito de terrorismo, mientras que Goitia estaba reclamado por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y terrorismo.
Oier Goitia Abadía, de 35 años y nacido en Bilbao, estuvo integrado en el comando "Buru-Hauste", que actuó en Madrid durante los años 2000 y 2001.
Fue detenido el 23 de mayo de 2005, gracias a la colaboración de la Policía Nacional y la Policía Judicial francesa, en una vivienda de la localidad gala de Romans-sur-Isère.
Goitia, encuadrado en el aparato logístico de ETA, fue detenido junto el histórico dirigente etarra Ramón Sagarzazu, a quien la policía francesa considera el encargado de preparar los contactos entre la banda terrorista y el Gobierno español.
Por su parte, Arnaltz Guisasola Olaeta, de 33 años y natural de la localidad vizcaína de Gernika, fue detenido el 28 de diciembre de 2005 en la localidad francesa de Tournon-Saint-Pierre, en el departamento de Indre.
Viajaba en una furgoneta que había sido sustraída unas horas antes en el departamento de Vienne y portaba documentación falsa y armas.
Guisasola estaba en busca y captura por haber huido tras ser condenado a cinco años de cárcel por intentar arrojar cócteles molotov contra un concesionario de coches de Bermeo (Vizcaya). EFE
www.abc.es
Madrid, 18 jun (EFE).- Agentes de la Policía Nacional han trasladado hoy a Madrid desde Francia a los miembros de ETA Arnaltz Guisasola Olaeta y Oier Goitia Abadía, ambos reclamados por la Audiencia Nacional, ha informado el Cuerpo Nacional de Policía.
Guisasola ha sido entregado a España para el cumplimiento de cinco años de prisión por delito de terrorismo, mientras que Goitia estaba reclamado por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y terrorismo.
Oier Goitia Abadía, de 35 años y nacido en Bilbao, estuvo integrado en el comando "Buru-Hauste", que actuó en Madrid durante los años 2000 y 2001.
Fue detenido el 23 de mayo de 2005, gracias a la colaboración de la Policía Nacional y la Policía Judicial francesa, en una vivienda de la localidad gala de Romans-sur-Isère.
Goitia, encuadrado en el aparato logístico de ETA, fue detenido junto el histórico dirigente etarra Ramón Sagarzazu, a quien la policía francesa considera el encargado de preparar los contactos entre la banda terrorista y el Gobierno español.
Por su parte, Arnaltz Guisasola Olaeta, de 33 años y natural de la localidad vizcaína de Gernika, fue detenido el 28 de diciembre de 2005 en la localidad francesa de Tournon-Saint-Pierre, en el departamento de Indre.
Viajaba en una furgoneta que había sido sustraída unas horas antes en el departamento de Vienne y portaba documentación falsa y armas.
Guisasola estaba en busca y captura por haber huido tras ser condenado a cinco años de cárcel por intentar arrojar cócteles molotov contra un concesionario de coches de Bermeo (Vizcaya). EFE
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Extorsionan a empresarios oscenses en nombre de ETA
Extorsionan a empresarios oscenses en nombre de ETA
Reciben cartas en las que les piden el ´impuesto revolucionario´.
Empresarios del Pirineo aragonés han recibido en el último mes y medio cartas con el anagrama de ETA en las que se les exigía el pago de cantidades que oscilaban entre 10.000 y los 15.000 euros. Los envíos coincidieron con el de la última remesa de misivas de extorsión enviadas por la organización a empresarios vascos y navarros.
Según informó El Confidencial Digital, varios industriales de las dos comunidades vecinas fueron destinatarios a primeros de mayo, una vez más, de una serie de cartas en las que la banda terrorista les exigía pagos económicos. En este caso, las cantidades que les reclamaba pagos entre 60.000 y 400.000 euros. El periódico digital, que cita fuentes de la lucha antiterrorista, asegura que, de forma prácticamente simultánea varios empresarios de los valles oscenses recibieron misivas extorsionadoras que imitan las enviadas por ETA.
PARECIDOS RAZONABLES Las mismas fuentes, señala El Confidencial, aseguran que las cartas "son muy parecidas a las verdaderas en su contenido, aunque se sabe que son falsas en sus formas". Y han llegado a esta conclusión, explican, porque "la redacción es distinta, el emblema está copiado y por los datos que aportan y la forma de pago".
La hipótesis más fiable que manejan las Fuerzas de Seguridad consiste en que "las han copiado de alguna de las cartas de ETA que han salido en los medios de comunicación".
La proximidad de la zona con el País Vasco y Navarra habría sido, al parecer, uno de los factores determinantes para que los delincuentes hayan escogido a sus extorsionados en esa región.
Por su parte, fuentes de la Asociación de Empresarios de la Jacetania (AEJ) y la de Comerciantes y Servicios de Jaca (Acomseja) negaron a Radio Huesca que tuvieran conocimiento de la existencia de estas cartas. También la Agrupación de Empresarios Pirineos, en el Alto Gállego, y la de Graus, en la Ribagorza, negaron este extremo.
ANTECEDENTES No es la primera vez que la banda terrorista utiliza la extorsión como medio para conseguir dinero que financie sus actuaciones en Aragón. Tanto en el 2006 como en el 2008 hubo varias oleadas en las que empresarios de la comunidad autónoma sufrieron la extorsión de ETA.
El llamado impuesto revolucionario es un medio de financiación de la organización terrorista basado en la extorsión. Habitualmente, las cartas de ETA reclaman a los empresarios la entrega de una cantidad bajo la amenaza de que, en caso de no efectuar el desembolso, sufrirán represalias, tanto personales como patrimoniales, que suelen hacer extensivas a sus familiares.
www.elperiodicodearagon.com
Reciben cartas en las que les piden el ´impuesto revolucionario´.
Empresarios del Pirineo aragonés han recibido en el último mes y medio cartas con el anagrama de ETA en las que se les exigía el pago de cantidades que oscilaban entre 10.000 y los 15.000 euros. Los envíos coincidieron con el de la última remesa de misivas de extorsión enviadas por la organización a empresarios vascos y navarros.
Según informó El Confidencial Digital, varios industriales de las dos comunidades vecinas fueron destinatarios a primeros de mayo, una vez más, de una serie de cartas en las que la banda terrorista les exigía pagos económicos. En este caso, las cantidades que les reclamaba pagos entre 60.000 y 400.000 euros. El periódico digital, que cita fuentes de la lucha antiterrorista, asegura que, de forma prácticamente simultánea varios empresarios de los valles oscenses recibieron misivas extorsionadoras que imitan las enviadas por ETA.
PARECIDOS RAZONABLES Las mismas fuentes, señala El Confidencial, aseguran que las cartas "son muy parecidas a las verdaderas en su contenido, aunque se sabe que son falsas en sus formas". Y han llegado a esta conclusión, explican, porque "la redacción es distinta, el emblema está copiado y por los datos que aportan y la forma de pago".
La hipótesis más fiable que manejan las Fuerzas de Seguridad consiste en que "las han copiado de alguna de las cartas de ETA que han salido en los medios de comunicación".
La proximidad de la zona con el País Vasco y Navarra habría sido, al parecer, uno de los factores determinantes para que los delincuentes hayan escogido a sus extorsionados en esa región.
Por su parte, fuentes de la Asociación de Empresarios de la Jacetania (AEJ) y la de Comerciantes y Servicios de Jaca (Acomseja) negaron a Radio Huesca que tuvieran conocimiento de la existencia de estas cartas. También la Agrupación de Empresarios Pirineos, en el Alto Gállego, y la de Graus, en la Ribagorza, negaron este extremo.
ANTECEDENTES No es la primera vez que la banda terrorista utiliza la extorsión como medio para conseguir dinero que financie sus actuaciones en Aragón. Tanto en el 2006 como en el 2008 hubo varias oleadas en las que empresarios de la comunidad autónoma sufrieron la extorsión de ETA.
El llamado impuesto revolucionario es un medio de financiación de la organización terrorista basado en la extorsión. Habitualmente, las cartas de ETA reclaman a los empresarios la entrega de una cantidad bajo la amenaza de que, en caso de no efectuar el desembolso, sufrirán represalias, tanto personales como patrimoniales, que suelen hacer extensivas a sus familiares.
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ETA promueve su propia asociación de víctimas
ETA promueve su propia asociación de víctimas
Pretende hacer visible a ese colectivo en un virtual proceso de paz
Marcha a favor de los presos en Bilbao. - H.B.
ETA ha decidido explorar y sacar provecho de un nuevo frente, las víctimas de la izquierda radical abertzale. Así se desprende de documentos incautados recientemente, que revelan que la organización terrorista ha ordenado a Askatasuna, la sucesora de Gestoras pro Amnistía, crear su propia asociación de víctimas, montando la estructura y lanzando un manifiesto fundacional. Pretenden contrarrestar así la presión de las asociaciones de víctimas de cara a una hipotética negociación con el Estado. Para lograr estos objetivos, la banda tiene muy avanzada ya la planificación de quiénes formarían parte de esa organización de víctimas abertzales, de cómo debe ser la estructura y hasta cuánto dinero es necesario para sufragarla. Incluso prevén contar con subvenciones públicas para financiarla.
Según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press, ETA considera que la nueva organización debería tener una composición "ideológicamente plural" en la que se incluirían varios tipos de víctimas. Por un lado, la organización terrorista quiere integrar a los familiares de militantes de ETA, de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, o de Iraultza una banda surgida a principios de los ochenta y que centraba su actividad en intereses económicos de la llamada oligarquía vasca, que hubieran fallecido mientras se encontraban participando de las actividades de la organización o estando en prisión por supuestos malos tratos. En este cupo también incluyen a los familiares de los que han fallecido estando huidos en otros países, deportados o desaparecidos.
Los GAL
ETA quiere contar también en esta asociación con las familias de las víctimas de organizaciones como los GAL, la Triple A, los Guerrilleros de Cristo Rey o el Batallón Vasco Español, o de lo que ellos denominan "incontrolados uniformados". Un tercer grupo de candidatos serían los familiares de personas que murieron o resultaron heridos por la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en manifestaciones, controles u otro tipo de movilizaciones.
Los terroristas quieren una organización "sencilla"
Los terroristas quieren una organización "sencilla" y que cuente con un coordinador general que se encargue de gestionar las actividades de la organización y de llevar las relaciones institucionales.
También deberá contar con un portavoz, así como con responsables provinciales y una asesoría legal. En cuanto a las personas destinadas a ser las caras visibles de la nueva organización, proponen que se trate de gente conocida públicamente y pone como ejemplo familiares de víctimas del GAL como Lasa y Zabala.
La planificación que ha realizado la banda está tan avanzada que incluye un presupuesto, 43.000 euros al año, destinados a pagar los sueldos de dos liberados, la sede social y otros gastos.
www.publico.es
Pretende hacer visible a ese colectivo en un virtual proceso de paz
Marcha a favor de los presos en Bilbao. - H.B.
ETA ha decidido explorar y sacar provecho de un nuevo frente, las víctimas de la izquierda radical abertzale. Así se desprende de documentos incautados recientemente, que revelan que la organización terrorista ha ordenado a Askatasuna, la sucesora de Gestoras pro Amnistía, crear su propia asociación de víctimas, montando la estructura y lanzando un manifiesto fundacional. Pretenden contrarrestar así la presión de las asociaciones de víctimas de cara a una hipotética negociación con el Estado. Para lograr estos objetivos, la banda tiene muy avanzada ya la planificación de quiénes formarían parte de esa organización de víctimas abertzales, de cómo debe ser la estructura y hasta cuánto dinero es necesario para sufragarla. Incluso prevén contar con subvenciones públicas para financiarla.
Según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press, ETA considera que la nueva organización debería tener una composición "ideológicamente plural" en la que se incluirían varios tipos de víctimas. Por un lado, la organización terrorista quiere integrar a los familiares de militantes de ETA, de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, o de Iraultza una banda surgida a principios de los ochenta y que centraba su actividad en intereses económicos de la llamada oligarquía vasca, que hubieran fallecido mientras se encontraban participando de las actividades de la organización o estando en prisión por supuestos malos tratos. En este cupo también incluyen a los familiares de los que han fallecido estando huidos en otros países, deportados o desaparecidos.
Los GAL
ETA quiere contar también en esta asociación con las familias de las víctimas de organizaciones como los GAL, la Triple A, los Guerrilleros de Cristo Rey o el Batallón Vasco Español, o de lo que ellos denominan "incontrolados uniformados". Un tercer grupo de candidatos serían los familiares de personas que murieron o resultaron heridos por la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en manifestaciones, controles u otro tipo de movilizaciones.
Los terroristas quieren una organización "sencilla"
Los terroristas quieren una organización "sencilla" y que cuente con un coordinador general que se encargue de gestionar las actividades de la organización y de llevar las relaciones institucionales.
También deberá contar con un portavoz, así como con responsables provinciales y una asesoría legal. En cuanto a las personas destinadas a ser las caras visibles de la nueva organización, proponen que se trate de gente conocida públicamente y pone como ejemplo familiares de víctimas del GAL como Lasa y Zabala.
La planificación que ha realizado la banda está tan avanzada que incluye un presupuesto, 43.000 euros al año, destinados a pagar los sueldos de dos liberados, la sede social y otros gastos.
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Re: NOTICIAS DE ETA
Mayor Oreja advierte que el proceso entre el Gobierno y ETA se lleva a la práctica cada "semana" y está en fase avanzada Dice que cuando Rubalcaba negó la existencia de presos de ETA en Nanclares demostró su disposición a adoptar medidas "más importantes" MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) - El eurodiputado del PP y ex ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, ha insistido este viernes en que el Gobierno mantiene con la organización terrorista ETA un "proyecto de resolución de conflictos" que, en estos momentos, se encuentra en una "fase avanzada" y en el que los principios Mitchell "están llevándose a la práctica cada mes y cada semana". En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Mayor Oreja ha valorado la política penitenciaria en el contexto de una "negociación" abierta con ETA de forma simultánea. "Estoy convencido de que ya estamos en un proyecto de resolución de conflictos en fase avanzada y en ese contexto hace falta una serie de gestos del ministro del Interior, del Ministerio del Interior y el Gobierno", ha argumentado, para a continuación precisar que una de esas expresiones queda patente en la política penitenciaria. En su opinión, la gestión de Instituciones Penitenciarias no busca "dividir" a la banda terrorista sino "dar satisfacción" a los mediadores internacionales que guían al Gobierno en este momento. "No se hace para dividir a la organización sino para demostrar que el Gobierno se atreve a decir o hacer cosas que en otro momentos no se atreve", ha remachado. "ETA NO DESAPARECERÁ" A su entender, las palabras del titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmando que en el centro de Nanclares de Oca no hay ningún preso de ETA, son una manera de decir que el Gobierno "está dispuesto a tomar luego medidas mucho más importantes en política penitenciaria". De este modo, ha considerado que el Ejecutivo perseguiría obtener de ETA una respuesta "en la otra dirección y que haya una apariencia de final" aunque ha advertido de que la banda terrorista "no desaparecerá" y "tutelará siempre el proceso que deje". Tildó el proceso como una "gran teatralización" consistente en una "escenificación permanente" que exige una serie de gestos. "Se sustituye la mesa tradicional de negociación por un papel relevante de los mediadores internacionales", ha indicado el eurodiputado del Partido Popular, quien ha avisado de que la mentira es una nota predominante en este proyecto, por lo que ha reclamado "recuperar el valor de la verdad". Para él, el Gobierno pretende "hacer de la mentira la principal virtud" en la lucha antiterrorista y, en este sentido, "no decir" a los españoles las actuaciones que está llevando a cabo. Mayor ha asegurado que ya ha manifestado sus impresiones en el seno de su partido, al que ahora corresponde "administrar esta situación". Mientras el líder del PP, Mariano Rajoy, ha manifestado que ha puesto el acento en que las elecciones municipales son un punto decisivo para saber si ETA "es parte del proceso", ha añadido que él ha optado por hacer un diagnóstico del terreno. Por último, ha abogado por explicar a los ciudadanos que este proyecto se basa en una negociación con la banda terrorista que, en estos momentos, está "muy avanzada". |
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ETA roba material para falsificar 200 matrículas
ETA roba material para falsificar 200 matrículas
La policía atribuye a la banda el asalto a un taller en Francia
La organización terrorista ETA reapareció la noche del 2 al 3 de este mes en Francia asaltando un taller de coches en Saint Jean du Moirans, localidad del departamento de Isère, en el sureste del país, informaron a Público fuentes policiales francesas. El dueño del garaje no se percató del robo hasta la mañana siguiente cuando descubrió la cerradura forzada y echó de menos una troqueladora, dos centenares de placas vírgenes de matrículas, viñetas de seguros y nóminas de sus empleados.
La ausencia de cámaras de seguridad y de testigos impide identificar a los autores del robo, pero la Policía española no tiene duda de la autoría etarra. La banda se encuentra en un periodo de actividad mínima desde la detención del último jefe del aparato militar, Mikel Carrera Sarobe, Ata, el 20 de mayo pasado. En estos casos, los terroristas temen que la información en poder de las Fuerzas de Seguridad propicie más detenciones, pero igualmente se arriesgan a ser descubiertos si permanecen escondidos durante mucho tiempo en un mismo sitio.
El aparato logístico debe facilitar nuevas viviendas y los traslados, que suelen realizarse en coches robados. Para falsificar las matrículas necesitan de placas vírgenes y troqueladoras. La banda, según las fuentes consultadas, sufre en estos momentos un importante déficit de material, propiciado por el importante golpe a su red de zulos del verano pasado y el plan frustrado de trasladar su principal base logística a Portugal. Sólo en la furgoneta interceptada en Zamora el pasado enero, los terroristas perdieron 212 placas vírgenes de matrícula, 13 de ellas españolas, y dos troqueladoras. Precisamente hoy, Portugal entregó a España al etarra que conducía esa furgoneta, Garikoitz García Arrieta.
La suspensión de los atentados por parte de ETA ha centrado su actividad en el plano logístico. Carrera Sarobe decidió montar un comando de al menos diez personas para robar seis coches de un concesionario en la región de París el pasado abril. El asalto acabó con la mayoría de los coches abandonados, uno de los etarras detenidos y un policía francés muerto a manos del comando.
Un año sin atentados
El próximo 9 de agosto se cumple un año desde el último atentado en España de ETA. Tres pequeñas bombas explotaron en los baños de otros tantos establecimientos públicos de Palma de Mallorca. La banda había asesinado diez días antes en la isla a dos guardias civiles por el método de la bomba-lapa.
Batasuna se encuentra a la espera de la respuesta que ETA dé a su emplazamiento para que declare una tregua antes de que acabe el verano y facilite así su regreso a las instituciones. La situación de acoso policial que vive la dirección de la banda en Francia dificulta la toma de esa decisión por un comité ejecutivo que quedó en precario tras la detención de Carrera Sarobe y del que estaba llamado a ser su sustituto, Arkaitz Agirregabiria.
Furgoneta interceptada a ETA en Bermillo de Sayago, Zamora, el 10 de enero pasado.EFE
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La policía atribuye a la banda el asalto a un taller en Francia
La organización terrorista ETA reapareció la noche del 2 al 3 de este mes en Francia asaltando un taller de coches en Saint Jean du Moirans, localidad del departamento de Isère, en el sureste del país, informaron a Público fuentes policiales francesas. El dueño del garaje no se percató del robo hasta la mañana siguiente cuando descubrió la cerradura forzada y echó de menos una troqueladora, dos centenares de placas vírgenes de matrículas, viñetas de seguros y nóminas de sus empleados.
La ausencia de cámaras de seguridad y de testigos impide identificar a los autores del robo, pero la Policía española no tiene duda de la autoría etarra. La banda se encuentra en un periodo de actividad mínima desde la detención del último jefe del aparato militar, Mikel Carrera Sarobe, Ata, el 20 de mayo pasado. En estos casos, los terroristas temen que la información en poder de las Fuerzas de Seguridad propicie más detenciones, pero igualmente se arriesgan a ser descubiertos si permanecen escondidos durante mucho tiempo en un mismo sitio.
El aparato logístico debe facilitar nuevas viviendas y los traslados, que suelen realizarse en coches robados. Para falsificar las matrículas necesitan de placas vírgenes y troqueladoras. La banda, según las fuentes consultadas, sufre en estos momentos un importante déficit de material, propiciado por el importante golpe a su red de zulos del verano pasado y el plan frustrado de trasladar su principal base logística a Portugal. Sólo en la furgoneta interceptada en Zamora el pasado enero, los terroristas perdieron 212 placas vírgenes de matrícula, 13 de ellas españolas, y dos troqueladoras. Precisamente hoy, Portugal entregó a España al etarra que conducía esa furgoneta, Garikoitz García Arrieta.
La suspensión de los atentados por parte de ETA ha centrado su actividad en el plano logístico. Carrera Sarobe decidió montar un comando de al menos diez personas para robar seis coches de un concesionario en la región de París el pasado abril. El asalto acabó con la mayoría de los coches abandonados, uno de los etarras detenidos y un policía francés muerto a manos del comando.
Un año sin atentados
El próximo 9 de agosto se cumple un año desde el último atentado en España de ETA. Tres pequeñas bombas explotaron en los baños de otros tantos establecimientos públicos de Palma de Mallorca. La banda había asesinado diez días antes en la isla a dos guardias civiles por el método de la bomba-lapa.
Batasuna se encuentra a la espera de la respuesta que ETA dé a su emplazamiento para que declare una tregua antes de que acabe el verano y facilite así su regreso a las instituciones. La situación de acoso policial que vive la dirección de la banda en Francia dificulta la toma de esa decisión por un comité ejecutivo que quedó en precario tras la detención de Carrera Sarobe y del que estaba llamado a ser su sustituto, Arkaitz Agirregabiria.
Furgoneta interceptada a ETA en Bermillo de Sayago, Zamora, el 10 de enero pasado.EFE
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ETA: un año sin muertos que coincide con aires de cambio en el mundo radical
ETA: un año sin muertos que coincide con aires de cambio en el mundo radical
Carlos Sáenz y Diego Salvá fueron las últimas víctimas mortales.
Exceptuando el policía francés Jean-Serge Nerin fallecido en marzo.
El entorno político ha dado indicios de que desea un cambio de rumbo
El próximo viernes 30 de julio se cumple un año del último atentado mortal de ETA, que costó la vida en Mallorca a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun.
Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio
En esos doce meses, la banda ha sido descabezada hasta en dos ocasiones, la disidencia en las cárceles ha ido en aumento y su entorno político ha dado indicios de que desea un cambio de rumbo. La ausencia de atentados mortales en un año en el territorio español, coincide con movimientos en la izquierda abertzale y rumores insistentes de una inminente declaración de alto el fuego.
Concretamente, La banda terrorista ETA afirmó este sábado mediante un comunicado leido por tres encapuchados en Ciboure (Francia) que "Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio, para poder recuperar su propia voz" y mostró, según el diario Gara, su disposición a superar el conflicto por vías democráticas.
Si ETA no ha atentado es porque no ha podido
Para Rubalcaba, si ETA no ha atentado es porque "no ha podido", no porque no haya querido, y asegura que las Fuerzas de Seguridad del Estado siguen "con la guardia permanentemente alta".
Lucha contra la cúpula
En mayo pasado caía el último 'número uno' de ETA, Mikel Carrera, alias "Ata", en compañía de quien teóricamente debía sustituirle cuando fuera detenido, Arkaitz Agirregabiria. Con esta operación se conseguía poner entre rejas al último miembro del comité de dirección de la banda que decidió romper la tregua con el atentado de la T-4 y que aún no había sido detenido.
En mayo caía el último 'número uno' de ETA, Mikel Carrera
El desmantelamiento de la fábrica de bombas en la localidad portuguesa de Óbidos en el mes de febrero también supuso un durísimo golpe para la banda, que confiaba en poder escapar del acoso policial en España y Francia.
Cerco policial y político
En el frente político, el cerco policial y judicial también se ha cerrado un poco más, con la detención en octubre de siete destacados miembros de Batasuna, entre ellos Arnaldo Otegi, cuando planeaban "renovar" la Mesa Nacional de la formación ilegalizada.
Apuestan por la desaparición de "todo tipo de violencias", aunque sin citar a ETA
Con Otegi en prisión, la izquierda abertzale ha buscado algo de oxígeno suscribiendo un acuerdo conjunto en el que se establece como objetivo común la creación de un Estado vasco independiente mediante la desaparición de "todo tipo de violencias", aunque sin citar a ETA.
Al hilo de estos tímidos avances en el entorno político de ETA, algunas voces, como la del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, han propuesto que se abra el debate sobre una posible legalización de Batasuna, como paso previo para una "futura reconciliación de Euskadi". Iniciativa rechazada por el Ministerio del Interior y el propio lehendakari, Patxi López.
Creciente disidencia de presos etarras
A los movimientos del entorno de ETA se suma la creciente disidencia en el colectivo de presos etarras. Instituciones Penitenciarias ha ido agrupando en las prisiones de Zuera (Zaragoza), Villabona (Asturias) y en Nanclares de Oca, en Álava, a un nutrido grupo de reclusos que han roto la disciplina con la banda o que directamente han sido expulsados de ETA.
Algunos de los internos de Nanclares ya disfrutan de ciertos beneficios penitenciarios y pueden salir der prisión paa estudiar o trabajar, lo que ha generado la airada crítica de los colectivos de víctimas del terrorismo, que han reclamado transparencia al Gobierno.
www.20minutos.es
Carlos Sáenz y Diego Salvá fueron las últimas víctimas mortales.
Exceptuando el policía francés Jean-Serge Nerin fallecido en marzo.
El entorno político ha dado indicios de que desea un cambio de rumbo
El próximo viernes 30 de julio se cumple un año del último atentado mortal de ETA, que costó la vida en Mallorca a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun.
Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio
En esos doce meses, la banda ha sido descabezada hasta en dos ocasiones, la disidencia en las cárceles ha ido en aumento y su entorno político ha dado indicios de que desea un cambio de rumbo. La ausencia de atentados mortales en un año en el territorio español, coincide con movimientos en la izquierda abertzale y rumores insistentes de una inminente declaración de alto el fuego.
Concretamente, La banda terrorista ETA afirmó este sábado mediante un comunicado leido por tres encapuchados en Ciboure (Francia) que "Euskal Herria está a las puertas de vivir un período de cambio, para poder recuperar su propia voz" y mostró, según el diario Gara, su disposición a superar el conflicto por vías democráticas.
Si ETA no ha atentado es porque no ha podido
Para Rubalcaba, si ETA no ha atentado es porque "no ha podido", no porque no haya querido, y asegura que las Fuerzas de Seguridad del Estado siguen "con la guardia permanentemente alta".
Lucha contra la cúpula
En mayo pasado caía el último 'número uno' de ETA, Mikel Carrera, alias "Ata", en compañía de quien teóricamente debía sustituirle cuando fuera detenido, Arkaitz Agirregabiria. Con esta operación se conseguía poner entre rejas al último miembro del comité de dirección de la banda que decidió romper la tregua con el atentado de la T-4 y que aún no había sido detenido.
En mayo caía el último 'número uno' de ETA, Mikel Carrera
El desmantelamiento de la fábrica de bombas en la localidad portuguesa de Óbidos en el mes de febrero también supuso un durísimo golpe para la banda, que confiaba en poder escapar del acoso policial en España y Francia.
Cerco policial y político
En el frente político, el cerco policial y judicial también se ha cerrado un poco más, con la detención en octubre de siete destacados miembros de Batasuna, entre ellos Arnaldo Otegi, cuando planeaban "renovar" la Mesa Nacional de la formación ilegalizada.
Apuestan por la desaparición de "todo tipo de violencias", aunque sin citar a ETA
Con Otegi en prisión, la izquierda abertzale ha buscado algo de oxígeno suscribiendo un acuerdo conjunto en el que se establece como objetivo común la creación de un Estado vasco independiente mediante la desaparición de "todo tipo de violencias", aunque sin citar a ETA.
Al hilo de estos tímidos avances en el entorno político de ETA, algunas voces, como la del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, han propuesto que se abra el debate sobre una posible legalización de Batasuna, como paso previo para una "futura reconciliación de Euskadi". Iniciativa rechazada por el Ministerio del Interior y el propio lehendakari, Patxi López.
Creciente disidencia de presos etarras
A los movimientos del entorno de ETA se suma la creciente disidencia en el colectivo de presos etarras. Instituciones Penitenciarias ha ido agrupando en las prisiones de Zuera (Zaragoza), Villabona (Asturias) y en Nanclares de Oca, en Álava, a un nutrido grupo de reclusos que han roto la disciplina con la banda o que directamente han sido expulsados de ETA.
Algunos de los internos de Nanclares ya disfrutan de ciertos beneficios penitenciarios y pueden salir der prisión paa estudiar o trabajar, lo que ha generado la airada crítica de los colectivos de víctimas del terrorismo, que han reclamado transparencia al Gobierno.
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«No tiene valor para mirarme a los ojos»
«No tiene valor para mirarme a los ojos»
Santiago Busqué sobrevivió a la matanza de doce guardias civiles en la que participó Idoia López Riaño
Imagen del atentado de la plaza de la República Dominicana
El 14 de julio de 1986 Santiago Busqué era uno de los jóvenes guardias civiles ocupantes del microbús que, a su paso por la Plaza de la República Dominicana, de Madrid, un potente coche bomba estacionado por Idoia López Riaño, «Margarita», convirtió en infierno. Doce agentes resultaron muertos y otros muchos heridos de diversa gravedad. Veinticuatro años después, la sanguinaria pistolera del «comando Madrid» esgrime su «derecho» a abandonar ETA con la esperanza de acortar su vida entre rejas o, al menos, hacerla más llevadera. Veinticuatro años después, Santiago, como tantos otros, sigue con las secuelas de haber visto rondar la muerte muy cerca, sin opción a desmarcarse definitivamente de ellas.
«Idoia López Riaño no me ha llamado ni se ha dirigido a mí por carta para pedirme perdón», comenta decepcionado Santiago por el traslado de la etarra a la cárcel alavesa de Nanclares de Oca. «La verdad que a mí no me hubiera servido de nada, no hubiera mitigado el daño que me ha causado y, sobre todo, el dolor que siento por mis doce compañeros asesinados. Pero, si hubiera pedido expresamente perdón, al menos habría cumplido un requisito legal para disfrutar de beneficios».
Ojos de serpiente
Santiago está convencido de que «Margarita», como otros etarras que supuestamente se han desmarcado de la banda, no es sincera. «Me gustaría poder mirarla a los ojos para comprobar que miente. Pero ella nunca se atreverá a hacerlo, porque es una cobarde. ¿Cómo una etarra va a mirar a los ojos de una víctima después, si cuando asesinan lo hacen por la espalda o a distancia, porque no se atreven a ir de frente?». «Yo, en cambio, —prosigue— en el caso de tener la oportunidad, le miraría friamente a esos ojos de serpiente, como en su día, con motivo de un juicio en la Audiencia Nacional, lo hice con Soares Gamboa, que agachó la cabeza. Ahora bien, aparte de mirar, no sé qué otra cosa sería yo capaz de hacer, depende el pronto del momento».
«Si me hubiera pedido perdón no hubiera paliado el daño, pero sí cumplido con la ley»
En su opinión, «que los terroristas de ETA pidan perdón quizá sirva a los políticos, porque así se pueden lavar las manos, algo que a muchos tanto gusta». «¿Que hasta dónde estaría dispuesto a llegar si tuviera la certeza de que un “sí” de las víctimas a determinadas decisiones del Gobierno podría acabar con la banda? «Hasta donde hiciera falta —responde contundente—, siempre y cuando no se traicionara la memoria y la dignidad de las víctimas». «Pero es que —insiste— no son las víctimas las que se tienen que mover, sino los terroristas entregando las armas y poniéndose a disposición de la Justicia. Lo que no se nos puede pedir es que nos rindamos, porque si no, ¿para qué ha servido tanta sangre derramada, tanto dolor y sacrificio? Si al final hay que plegarse ante los etarras, ¿por qué no se ha hecho cuando llevaban dos, tres, seis... muertos, y se ha esperado al millar? No, quienes se tienen que rendir son los terroristas».
A Santiago no le sirve que el Gobierno alegue que «Margarita» va a seguir en primer grado y que simplemente se le ha trasladado al País Vasco. «Qué más me da que le concedan uno, dos o tres beneficios. A una asesina no se le tiene que dar ninguno», denuncia. «Entiendo que alguien que ha causado la muerte de alguna persona en un accidente puede tener derecho a pedir perdón, porque se supone que ha sido involuntario. Otra cosa es que la víctima se lo conceda. Pero los terroristas de ETA saben muy bien la matanza que pueden causar cuando aprietan el botón de un mando a distancia para hacer estallar un coche bomba, o cuando disparaban a discreción en la nuca y a bocajarro. Ya por esto no merecen el perdón pero es que, además, tras cometer una salvajada han reincidido hasta que las Fuerzas de Seguridad les han puesto a buen recaudo. Arrepentirse supuestamente cuando llevas ya años en la cárcel no tiene mérito», asegura contundente. De todas formas, «no creo en el arrepentimiento sincero de estos terroristas. Sobre todo en el arrepentimiento de aquellos que como López Riaño derramaron tanta sangre en aquellos años de plomo, en la década de los setenta u ochenta. Estaban sometidos a un fuerte adoctrinamiento, no como los etarras de última generación, y es muy difícil que gente así cambie, aunque sea con el transcurso de los años».
«Haría de todo para acabar con el terror, menos ir contra la dignidad de las víctimas»
Con el traslado de «Margarita» al País Vasco, Santiago ha recibido el segundo mazazo a su dignidad de víctima. «El primero —recuerda—, me lo dieron con motivo de la excarcelación de De Juana Chaos, que también participó en el atentado que sufrí. El dolor fue mayor si cabe porque el terrorista recuperó la injusta libertad precisamente el día que yo celebraba mi cumpleaños». Está convencido de que los últimos beneficios a presos forman parte de una nueva negociación entre el Gobierno y ETA. «Zapatero les habrá prometido algo y ahora se le acaba los plazos y tiene que cumplir esas promesas», asegura.
Y mientras Idoia López Riaño está ya cerca de los suyos, Santiago tiene que convivir con las secuelas que le dejó su injusto paso en vida por el infierno. «Continuamente me vuelven recuerdos horribles, no puedo coger una infección en los oídos porque me quedaría sordo y soy incapaz de subir a un autobús en una gran ciudad».
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Un mal archivo puede dejar sin juicio trescientos crímenes de ETA
Un mal archivo puede dejar sin juicio trescientos crímenes de ETA
La base de datos de la Audiencia Nacional, digitalizada hace poco tiempo, no recoge todos los casos
Ángel de Juanes, presidente de la Audiencia Nacional
www.abc.es
En un limbo judicial. En esa situación pueden quedarse unos trescientos atentados de ETA que siguen sin ser juzgados desde 1978 y de los que no hay datos oficiales. Ello debido, entre otros motivos, a que en la Audiencia Nacional la digitalización de los sumarios es reciente —por tanto no recoge los casos más antiguos—, y a que la información se encuentra dispersa entre los juzgados de instrucción, las secciones de la Sala de lo Penal, Fiscalía y el propio archivo de Alcalá de Henares. La preocupación por estos atentados sin sentencia fue trasladada por la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo al ministro del Justicia en la reunión que mantuvieron el pasado día 27, en la que Maite Pagazaurtundúa también advirtió a Francisco Caamaño de la posibilidad de que un buen número de estos casos estén ya prescrito o a punto de hacerlo.
La cifra de 300 atentados etarras pendientes de juicio la recoge un estudio de la Fundación Víctimas del Terrorismo que se basa en datos aportados por las propias víctimas y en documentación no oficial, porque es la única que hay. Este escalofriante dato motivó la creación de la «Comisión de Justicia» —integrada por asociaciones, colectivos y fundaciones de víctimas del terrorismo—, que ya ha expuesto este problema al presidente de la Audiencia Nacional, en una reunión que mantuvieron a finales del pasado mes de mayo.
Sumario a sumario
Ángel de Juanes, que en todo momento se mostró receptivo a las demandas planteadas por las víctimas, se comprometió a poner los medios necesarios para comprobar si es cierto o no la existencia de 300 atentados de ETA aún sin juzgar, como recoge el estudio de la FVT. Pero a renglón seguido, De Juanes quiso dejar sobre la mesa que este trabajo de comprobación iba a estar lleno de dificultades porque el sistema de digitalización de los sumarios es reciente, por lo que el único camino viable es rastrear sumario a sumario en formato de papel. Este procedimiento manual hizo que el presidente de la Audiencia Nacional no pudiera fijar cuándo la Administración de Justicia podría terminar las comprobaciones.
Según el informe de la Fundación Víctimas del Terrorismo, «lo cierto es que no existe una información relativa a estos casos sin resolver en la Audiencia Nacional. Nadie dispone de una relación que contemple la situación procesal de todos y cada uno de los asesinatos de la banda terrorista ETA». Pese a esta incertidumbre y conscientes de que se trata de una asignatura pendiente que tardará en resolverse, las víctimas se muestran satisfechas de la reunión con De Juanes, porque era la primera vez que se atendían oficialmente sus demandas sobre los casos aún sin resolver.
La segunda vez fue esta misma semana. Con los mismos problemas en la cartera, la presidenta de la Fundación Victimas de Terrorismo se reunió el pasado martes con el ministro de Justicia, Fernando Caamaño para pedirle que impulse la resolución de los más de 300 atentados terroristas que continúan sin juzgar desde el año 1978, sobre todo aquellos a los que quedan pocos años para prescribir.
La nueva ley de reconocimiento y atención a las víctimas del terrorismo reconoce el derecho de las víctimas a recibir información personalizada que le permita conocer el estado de los procedimientos que les afectan y de las acciones judiciales que pueden iniciar. Para ello, el Ministerio de Justicia deberá establecer una oficina de información y asistencia a las víctimas en la Audiencia Nacional.
El peligro de la prescripción
Dispersión
La información está repartida entre los juzgados de instrucción, las secciones de la Sala de lo Penal, la Fiscalía y el propio archivo de la Audiencia
Inquietud
Las víctimas del terrorismo expresan al ministro de Justicia su preocupación sobre el riesgo de que algunos atentados de ETA hayan prescrito ya o estén a punto de hacerlo
Pesimismo
El presidente de la Audiencia, Ángel De Juanes, advierte a los afectados por la barbarie etarra que se tendrá que buscar sumario a sumario en soporte papel
Corrección
La nueva ley de reconocimiento y atención a las víctimas contempla su derecho a recibir información personalizada sobre los procedimientos que les afectan
La base de datos de la Audiencia Nacional, digitalizada hace poco tiempo, no recoge todos los casos
Ángel de Juanes, presidente de la Audiencia Nacional
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En un limbo judicial. En esa situación pueden quedarse unos trescientos atentados de ETA que siguen sin ser juzgados desde 1978 y de los que no hay datos oficiales. Ello debido, entre otros motivos, a que en la Audiencia Nacional la digitalización de los sumarios es reciente —por tanto no recoge los casos más antiguos—, y a que la información se encuentra dispersa entre los juzgados de instrucción, las secciones de la Sala de lo Penal, Fiscalía y el propio archivo de Alcalá de Henares. La preocupación por estos atentados sin sentencia fue trasladada por la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo al ministro del Justicia en la reunión que mantuvieron el pasado día 27, en la que Maite Pagazaurtundúa también advirtió a Francisco Caamaño de la posibilidad de que un buen número de estos casos estén ya prescrito o a punto de hacerlo.
La cifra de 300 atentados etarras pendientes de juicio la recoge un estudio de la Fundación Víctimas del Terrorismo que se basa en datos aportados por las propias víctimas y en documentación no oficial, porque es la única que hay. Este escalofriante dato motivó la creación de la «Comisión de Justicia» —integrada por asociaciones, colectivos y fundaciones de víctimas del terrorismo—, que ya ha expuesto este problema al presidente de la Audiencia Nacional, en una reunión que mantuvieron a finales del pasado mes de mayo.
Sumario a sumario
Ángel de Juanes, que en todo momento se mostró receptivo a las demandas planteadas por las víctimas, se comprometió a poner los medios necesarios para comprobar si es cierto o no la existencia de 300 atentados de ETA aún sin juzgar, como recoge el estudio de la FVT. Pero a renglón seguido, De Juanes quiso dejar sobre la mesa que este trabajo de comprobación iba a estar lleno de dificultades porque el sistema de digitalización de los sumarios es reciente, por lo que el único camino viable es rastrear sumario a sumario en formato de papel. Este procedimiento manual hizo que el presidente de la Audiencia Nacional no pudiera fijar cuándo la Administración de Justicia podría terminar las comprobaciones.
Según el informe de la Fundación Víctimas del Terrorismo, «lo cierto es que no existe una información relativa a estos casos sin resolver en la Audiencia Nacional. Nadie dispone de una relación que contemple la situación procesal de todos y cada uno de los asesinatos de la banda terrorista ETA». Pese a esta incertidumbre y conscientes de que se trata de una asignatura pendiente que tardará en resolverse, las víctimas se muestran satisfechas de la reunión con De Juanes, porque era la primera vez que se atendían oficialmente sus demandas sobre los casos aún sin resolver.
La segunda vez fue esta misma semana. Con los mismos problemas en la cartera, la presidenta de la Fundación Victimas de Terrorismo se reunió el pasado martes con el ministro de Justicia, Fernando Caamaño para pedirle que impulse la resolución de los más de 300 atentados terroristas que continúan sin juzgar desde el año 1978, sobre todo aquellos a los que quedan pocos años para prescribir.
La nueva ley de reconocimiento y atención a las víctimas del terrorismo reconoce el derecho de las víctimas a recibir información personalizada que le permita conocer el estado de los procedimientos que les afectan y de las acciones judiciales que pueden iniciar. Para ello, el Ministerio de Justicia deberá establecer una oficina de información y asistencia a las víctimas en la Audiencia Nacional.
El peligro de la prescripción
Dispersión
La información está repartida entre los juzgados de instrucción, las secciones de la Sala de lo Penal, la Fiscalía y el propio archivo de la Audiencia
Inquietud
Las víctimas del terrorismo expresan al ministro de Justicia su preocupación sobre el riesgo de que algunos atentados de ETA hayan prescrito ya o estén a punto de hacerlo
Pesimismo
El presidente de la Audiencia, Ángel De Juanes, advierte a los afectados por la barbarie etarra que se tendrá que buscar sumario a sumario en soporte papel
Corrección
La nueva ley de reconocimiento y atención a las víctimas contempla su derecho a recibir información personalizada sobre los procedimientos que les afectan
Bajo la presión del calendario
Bajo la presión del calendario
Batasuna fía a la ausencia de atentados el poder afianzar su debate, con el horizonte en las municipales
Diariovasco.com
Septiembre. Es el mes que se baraja entre bambalinas para que ETA avale «de forma inequívoca» la apuesta de la izquierda abertzale ilegalizada por las vías políticas. Destacados portavoces de Batasuna trasmiten con toda la cautela del mundo que para entonces esperan «algo nuevo» que, sin anunciar ETA su disolución definitiva, responda a los llamamientos expresados por sus bases y por los mediadores internacionales que en marzo le pedieron en Bruselas un «alto el fuego permanente y verificable». Nadie espera un comunicado en el que ETA haga público de manera definitiva su abandono de las armas. «Puede haber un cierto vértigo respecto a lo que pueda ocurrir en el futuro», advierte un experto conocedor de los movimientos que se vienen dando en los últimos meses en la izquierda abertzale ilegalizada.
Se espera una fórmula en la que, apelando a las peticiones de Batasuna y de los mediadores internacionales, ETA declararía una tregua indefinida o permanente, algo que ya ha hecho en anteriores ocasiones sin que, al final, haya traído la paz a Euskadi. Alguno de los interlocutores que ha hablado en las últimas semanas con los portavoces de la izquierda abertzale trasladan que existe también una posibilidad «alta», siempre con la cautela que exigen este tipo de movimientos, de que ETA anuncie un alto el fuego pero «sin aceptar la etiqueta de verificable». Una no respuesta por parte de ETA, en cambio, «podría herir de forma irreversible» este proceso, según distintas fuentes consultadas. «Septiembre es un punto de inflexión», añaden las mismas fuentes.
Hay elementos como los posicionamientos de presos etarras contra la violencia que evidencian que algo está cambiando y que hay disensiones muy serias en torno al futuro de una ETA fuertemente lastrada por una capacidad operativa cada vez menor fruto de la presión policial y judicial. Los terroristas, que han visto mermado por añadidura su apoyo social tras el fracaso del último proceso de diálogo, no han atentado desde finales de julio del año pasado, a excepción del tiroteo en París en el que murió un gendarme. Es evidente que algo se mueve dentro y fuera de sus filas.
Este 'run run' también circula en el espectro político. Se movería entre las expectativas creadas en el polo soberanista, la distante expectación del PNV y el escepticismo de socialistas y populares. «Es significativo que el propio presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, siempre muy escéptico cuando se habla de ETA, le haya pedido al lehendakari que cualquier hoja de ruta para la paz se haga desde el acuerdo de bases que tiene firmado por el PSE. Algo hay», reflexiona un experto.
La izquierda abertzale insiste en que pretende reafirmarse como vanguardia del movimiento soberanista con una apuesta inequívoca por vías pacíficas, políticas y democráticas. «ETA, como ha dejado claro en los tres comunicados de este año, especialmente en el último de Ciboure en el que señalaba que Euskal Herria está a las puertas de entrar en una nueva fase política, también es consciente de que estamos ante un momento decisivo y va a hacer una aportación positiva al proceso. Estamos convencidos de ello», asegura un histórico dirigente de Batasuna.
La izquierda abertzale ilegalizada busca ganar credibilidad ante la sociedad vasca y la comunidad internacional, desengañadas por procesos anteriores que acabaron en fracaso. El arma de convicción con la que cuenta es demostrar que la vanguardia es ella y no ETA, la causa por la que fracasaron los anteriores intentos. Sin embargo, según distintas fuentes consultadas por este periódico, a Batasuna «le está costando más de lo previsto» convencer a ETA de que es necesario seguir otro camino lejos de las armas. Existiría un sector dentro de la organización terrorista que no está dispuesto a terminar con la violencia. El proceso va con más lentitud de lo esperado.
Ante estas dificultades la disyuntiva de Batasuna pasa por «desmarcarse definitivamente de ETA o seguir como hasta ahora», a sabiendas de no llegar a las elecciones municipales y forales del año que viene. Esta segunda opción supondría pasar al ostracismo, algo a lo que no están dispuestos sus dirigentes y tampoco sus bases. Batasuna «por el momento» espera. Hasta cuándo lo hará es una de las grandes incógnitas. Dirigentes de los partidos nacionalistas con los que trata de consolidar apoyos no tienen dudas de que su apuesta es sincera. «Están convencidos de que la lucha armada ha llegado a su fin y que hay que mirar al futuro». ¿A qué esperar entonces?
Dejar de mirar atrás
Ante las distintas especulaciones sobre el final de la violencia, existe la convicción de que el conjunto de la izquierda abertzale trataría de recorrer este camino en bloque, intentando que no se produzcan escisiones internas. Un objetivo que se presume más complicado si se alarga el tiempo sin movimientos de calado.
Frente al escepticismo y rechazo que despiertan los pronunciamientos de ETA, los portavoces de Batasuna consideran que los mensajes que recibe de ETA son «positivos» y que está respaldando su apuesta por las vías pacíficas. Las mismas fuentes ni confirman ni desmienten la supuesta falta de contactos que existiría ahora con ETA. «Tenemos buenas palpitaciones», dicen. Hasta ahí. Y respaldan su «optimismo» en dos hechos «objetivos»: que ETA lleva un año sin atentar y que sus tres comunicados «dejan de mirar atrás y anuncian la posibilidad real de entrar en una nueva fase política».
Los mismos círculos interpretan que los últimos mensajes no pronostican una ruptura y destacan que por primera vez ETA sí estaría interesado en el futuro político de Batasuna.
No todos lo tienen tan claro. La detención en los últimos días de Gurutz Agirresarobe -especialmente el modo en el que se ha producido- podría modificar un calendario y retrasar una decisión que ya llega más tarde de lo que se barruntaba entre sectores afines a la izquierda abertzale. Los rumores sobre una tregua se situaban a finales de julio. «Ellos llevan su tiempo», asegura un experto. «Pero -añade la misma voz- no puede retrasarse mucho más porque puede ser un motivo para que aflore cierta preocupación y se dé un retroceso en la confianza generada en estos últimos meses». De hecho, pocos en la izquierda abertzale ilegalizada se atreven ya a poner una fecha. Existe cierta inquietud. «Habrá movimiento en septiembre», reiteran.
La izquierda abertzale es consciente de que un nuevo retraso de ETA puede terminar por arruinar su pretensión de jugar en la política y de alguna forma «tire por la borda» el trabajo que ha realizado. El peligro es que termine por no completar su apuesta por la vía política, que anide en su seno una frustración por la lentitud de los pasos. «O Batasuna tira del hilo o puede acabar pudriendo la esperanza», advierte un especialista. «Y para que Batasuna tire del hilo es necesario que vuelva a la legalidad. Es la pescadilla que se muerde la cola», añade.
Otras voces apuntan a que el problema no es tanto que se esté a tiempo de poder preparar una candidatura, sino que «haya plazo para articular un gran movimiento ciudadano que presione para que sus derechos sean respetados y pueda participar en igualdad de condiciones».
Llamamiento de las bases
¿No es más de lo mismo? Fuentes de la izquierda abertzale niegan esta tesis. Existe, a su juicio, una diferencia notable. Ahora no hay un proceso negociador impulsado por las cúpulas, es un proceso de abajo a arriba. «Son las bases las que le están diciendo a ETA que apueste por las vías pacíficas, por el diálogo; sin el respaldo de las bases, ETA pierde su ser».
En cualquier caso sus postulados no cambian. La izquierda abertzale sitúa la responsabilidad del «conflicto» en España y Francia, y enmarca «el proceso de liberación nacional y social en una nueva fase política» en la que la base debe ser «la actividad exclusivamente política», a la vez que recuerda que la autodeterminación debe ser el «núcleo» del proceso democrático.
A los interrogantes que siguen planeando sobre las decisiones que pueda adoptar ETA se suman las incógnitas sobre los pasos que estaría dispuesto a dar la propia izquierda abertzale para tratar de retornar a la legalidad. El Gobierno insiste en que no va a desactivar la Ley de Partidos y que si quiere participar en el juego electoral debe comprometerse de forma explícita a renunciar al empleo de la violencia. Medios gubernamentales se muestran cautos e intuyen que ese comunicado de ETA o el pronunciamiento explítico serviría para presionar al Gobierno central cerca de las próximas elecciones municipales y forales.
Acercamiento de presos
En todo caso, ninguna de las elucubraciones sobre los futuros movimientos de la organización terrorista y su entorno contravendría hoy la negativa a reproducir negociaciones frustradas en el pasado reciente. El Gobierno central da por clausurada la vía de diálogo con ETA por más que en los últimos días dirigentes del PP hayan declarado lo contrario . «La palabra negociación está excluida del diccionario», sostienen fuentes gubernamentales. Y sólo entienden una vía: «La desaparición de ETA a cambio de la legalización».
La detención de Agirresarobe fue aprovechada por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para lanzar un mensaje tanto a ETA como a aquellos que aún temen que el Gobierno tenga alguna tentaciones de negociar. El responsable de la Seguridad del Estado afirmó que la operación de la Ertzaintza pone de manifiesto que existe una «estrategia compartida» entre todas las policías para «detener, detener y detener hasta que esto acabe».
La advertencia llegó al hilo de las reticencias con las que la Asociación de Víctimas del Terrorismo y algunos sectores del PP -que no su líder, Mariano Rajoy- han recibido los acercamientos de presos etarras a las cárceles del País Vasco. Los traslados responden, según el Ejecutivo, a la clásica máxima de «divide y vencerás»: se premia a los arrepentidos y se castiga a los recalcitrantes.
La izquierda abertzale ilegalizada ve cómo avanzan las semanas y su margen de maniobra se estrecha. Es cierto que cuenta con el aliento de EA, pero ésta es una colaboración sometida a condiciones. El partido de Urizar es consciente que su apoyo no se puede sostener en el tiempo si no hay avances de que el terrorismo va a desaparecer. Brian Currin, el mediador sudafricano que más se está distinguiendo en el debate interno abierto en la izquierda abertzale, acaba de urgir a ETA a que no demore su respuesta a la Declaración de Bruselas porque el soporte internacional otorgado a la resolución «Zutik Euskal Herria» no perdurará indefinidamente. «ETA tiene una responsabilidad y no puede obviarla», dice un experto. Fuentes sabedoras de los entresijos de ese debate, dicen que se debe aprovechar el actual momento para dar pasos al frente, porque «si el foco de atención se desvía será difícil que vuelva encenderse».
Pacto del Euskalduna. El secretario general de EA, Pello Urizar, y el portavoz de Batasuna, Rufi Etxeberria, sellan el acuerdo para trabajar de forma conjunta. :: TELEPRESS
ETA asegura que la negociación con Zapatero es "sólo un frente de lucha"
ETA asegura que la negociación con Zapatero es "sólo un frente de lucha"
Los terroristas no quieren una "simple pacificación" durante el 'proceso de paz'. "Las batallas de verdad se ganan fuera de le mesa”, rezan los documentos de la banda.
Los terroristas de ETA siempre hacen trampa cuando negocian. Ahora, con su freno a las “acciones armadas ofensivas”, se rearman y aprovisionan de cara a los atentados del futuro, al tiempo que tienden la mano públicamente a un Gobierno que ya se sentó con ellos en la mesa, que necesita bazas electorales para no hundirse y cuyo presidente considera uno de sus grandes éxitos el diálogo con los etarras.
Pero ETA siempre juega con su estrategia político-militar. Así lo demuestran varios documentos de la banda asesina a los que ha tenido acceso LA GACETA. En uno de ellos, elaborado precisamente durante el proceso de paz, los etarras dejan claro que una de sus “reglas de oro” es que la negociación es “sólo un frente de lucha más”. Los otros frentes son la presencia institucional y, cómo no, los atentados. “Lo que tenemos que hacer en la dinámica de negociación no puede ser el trabajo aislado que estamos realizando en este frente. Se trata de un frente de lucha que en determinados momentos puede llegar a ser importante, pero inevitablemente necesita el desarrollo de otras luchas y líneas de trabajo”.
“Las luchas de verdad son las que se ganan fuera de la mesa de negociación, y los acuerdos son meras fórmulas específicas para ejecutar estas victorias”, agregan los etarras con su habitual lenguaje alambicado y de corte pseudomarxista.
“Nuestra tarea principal tiene que consistir en tener claro los objetivos y dar pasos en esa dirección”, apuntan los terroristas. ¿De qué objetivos hablan? Los etarras recuerdan a todos los miembros de su entramado que no se trata de un “simple proceso de pacificación y asimilación”. Es decir, ETA no renunciaba a las contrapartidas políticas durante el proceso de paz. Y ahora mismo sigue sin renunciar a ello, como muestran sus últimos comunicados públicos –cuatro en lo que va de año, incluido su anuncio del 5 de septiembre en la BBC–, así como los documentos incautados al ideólogo etarra Ekaitz Sirvent, apresado en abril de 2009 en París.
Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por LA GACETA insisten en que el último anuncio de ETA responde a una nueva tregua-trampa. Los terroristas pretenden engañar (otra vez) al Gobierno liderado por Zapatero, rehacer su maltrecha estructura operativa (más dañada que nunca por las detenciones) y allanar el camino de Batasuna hacia las instituciones. Y todo ello mientras no renuncian a ninguno de sus objetivos fanáticos, que persiguen con varios “frentes de lucha” abiertos.
Por su parte, el Ejecutivo sigue golpeando al sector más duro de ETA-Batasuna con detenciones, mientras tiende la mano al sector llamado posibilista que dice abogar por “vías políticas”. Los últimos arrestos, el pasado martes, fueron los de nueve “comisarios políticos” de ETA que, como si se tratase de una Gestapo, tenían la misión de imponer las órdenes de la banda a esos críticos.
Petición de libertad
Pese al cacareado debate interno de ETA-Batasuna, ayer mismo quedó claro cómo los batasunos, por muy posibilistas que se digan, coinciden de plano con sus jefes militares. La izquierda abertzale mostró su “solidaridad” con los nueve detenidos en la operación policial contra EKIN y sus allegados y exigió la “inmediata e incondicional” puesta en libertad de los mismos, al tiempo que consideró que se trata de un “ataque” al “nuevo escenario político” y acusó al PSOE de querer “abortar” la “posibilidad de una solución democrática al conflicto” para “mantener una posición privilegiada”, según recogió Europa Press.
En San Sebastián, los representantes de Batasuna Miren Legorburu y Txelui Moreno destacaron que las personas detenidas son “militantes independentistas que realizan su labor política en distintos ámbitos de un modo público encaminada a la construcción nacional de Euskal Herria y que han demostrado un gran compromiso con nuestro pueblo”. Los batasunos mostraron su “honda preocupación” por el trato que puedan recibir los comisarios arrestados.
Los terroristas no quieren una "simple pacificación" durante el 'proceso de paz'. "Las batallas de verdad se ganan fuera de le mesa”, rezan los documentos de la banda.
Los terroristas de ETA siempre hacen trampa cuando negocian. Ahora, con su freno a las “acciones armadas ofensivas”, se rearman y aprovisionan de cara a los atentados del futuro, al tiempo que tienden la mano públicamente a un Gobierno que ya se sentó con ellos en la mesa, que necesita bazas electorales para no hundirse y cuyo presidente considera uno de sus grandes éxitos el diálogo con los etarras.
Pero ETA siempre juega con su estrategia político-militar. Así lo demuestran varios documentos de la banda asesina a los que ha tenido acceso LA GACETA. En uno de ellos, elaborado precisamente durante el proceso de paz, los etarras dejan claro que una de sus “reglas de oro” es que la negociación es “sólo un frente de lucha más”. Los otros frentes son la presencia institucional y, cómo no, los atentados. “Lo que tenemos que hacer en la dinámica de negociación no puede ser el trabajo aislado que estamos realizando en este frente. Se trata de un frente de lucha que en determinados momentos puede llegar a ser importante, pero inevitablemente necesita el desarrollo de otras luchas y líneas de trabajo”.
“Las luchas de verdad son las que se ganan fuera de la mesa de negociación, y los acuerdos son meras fórmulas específicas para ejecutar estas victorias”, agregan los etarras con su habitual lenguaje alambicado y de corte pseudomarxista.
“Nuestra tarea principal tiene que consistir en tener claro los objetivos y dar pasos en esa dirección”, apuntan los terroristas. ¿De qué objetivos hablan? Los etarras recuerdan a todos los miembros de su entramado que no se trata de un “simple proceso de pacificación y asimilación”. Es decir, ETA no renunciaba a las contrapartidas políticas durante el proceso de paz. Y ahora mismo sigue sin renunciar a ello, como muestran sus últimos comunicados públicos –cuatro en lo que va de año, incluido su anuncio del 5 de septiembre en la BBC–, así como los documentos incautados al ideólogo etarra Ekaitz Sirvent, apresado en abril de 2009 en París.
Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por LA GACETA insisten en que el último anuncio de ETA responde a una nueva tregua-trampa. Los terroristas pretenden engañar (otra vez) al Gobierno liderado por Zapatero, rehacer su maltrecha estructura operativa (más dañada que nunca por las detenciones) y allanar el camino de Batasuna hacia las instituciones. Y todo ello mientras no renuncian a ninguno de sus objetivos fanáticos, que persiguen con varios “frentes de lucha” abiertos.
Por su parte, el Ejecutivo sigue golpeando al sector más duro de ETA-Batasuna con detenciones, mientras tiende la mano al sector llamado posibilista que dice abogar por “vías políticas”. Los últimos arrestos, el pasado martes, fueron los de nueve “comisarios políticos” de ETA que, como si se tratase de una Gestapo, tenían la misión de imponer las órdenes de la banda a esos críticos.
Petición de libertad
Pese al cacareado debate interno de ETA-Batasuna, ayer mismo quedó claro cómo los batasunos, por muy posibilistas que se digan, coinciden de plano con sus jefes militares. La izquierda abertzale mostró su “solidaridad” con los nueve detenidos en la operación policial contra EKIN y sus allegados y exigió la “inmediata e incondicional” puesta en libertad de los mismos, al tiempo que consideró que se trata de un “ataque” al “nuevo escenario político” y acusó al PSOE de querer “abortar” la “posibilidad de una solución democrática al conflicto” para “mantener una posición privilegiada”, según recogió Europa Press.
En San Sebastián, los representantes de Batasuna Miren Legorburu y Txelui Moreno destacaron que las personas detenidas son “militantes independentistas que realizan su labor política en distintos ámbitos de un modo público encaminada a la construcción nacional de Euskal Herria y que han demostrado un gran compromiso con nuestro pueblo”. Los batasunos mostraron su “honda preocupación” por el trato que puedan recibir los comisarios arrestados.
Batasuna pide a ETA "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable"
Batasuna pide a ETA "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable"
La izquierda abertzale reclama en Gernika "la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas"
Integrantes de la antigua Batasuna, EA, Aralar y Alternatiba.
La antigua Batasuna ha pedido hoy a ETA que declare "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable" en un documento que también han firmado EA, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna (AB) (la izquierda abertzale del país vasco francés) y que ha sido presentado esta tarde en un acto político en Gernika (Vizcaya).
El dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria; el presidente de EA, Pello Urizar; el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta; y el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, han participado esta tarde en la presentación del documento "Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas".
En dicho texto, se pide a ETA "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada".
El acuerdo reclama también "la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas contra toda persona por razón de su actividad e ideología política", al tiempo que plantea el reconocimiento de los "derechos civiles y políticos" y exige la derogación de la Ley de Partidos Políticos.
La base de este acuerdo, al que ahora se han sumado Aralar, Alternatiba y AB, es un documento elaborado por Batasuna y EA, cuyo contenido se conoció hace tres semanas, en el que ya figuraba la petición a la organización terrorista de que declare un alto el fuego de carácter permanente.
La izquierda abertzale reclama en Gernika "la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas"
Integrantes de la antigua Batasuna, EA, Aralar y Alternatiba.
La antigua Batasuna ha pedido hoy a ETA que declare "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable" en un documento que también han firmado EA, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna (AB) (la izquierda abertzale del país vasco francés) y que ha sido presentado esta tarde en un acto político en Gernika (Vizcaya).
El dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria; el presidente de EA, Pello Urizar; el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta; y el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, han participado esta tarde en la presentación del documento "Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas".
En dicho texto, se pide a ETA "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada".
El acuerdo reclama también "la desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas contra toda persona por razón de su actividad e ideología política", al tiempo que plantea el reconocimiento de los "derechos civiles y políticos" y exige la derogación de la Ley de Partidos Políticos.
La base de este acuerdo, al que ahora se han sumado Aralar, Alternatiba y AB, es un documento elaborado por Batasuna y EA, cuyo contenido se conoció hace tres semanas, en el que ya figuraba la petición a la organización terrorista de que declare un alto el fuego de carácter permanente.
La Guardia Civil frustra el intento de ETA de reorganizarse en Guipúzcoa
La Guardia Civil frustra el intento de ETA de reorganizarse en Guipúzcoa
Detenidos tres legales' e intervenidos más de 100 kilos de explosivos en Villabona
Momento de la detención de uno de los hermanos Besance en Villabona.AFP
La Guardia Civil ha cerrado una investigación que inició hace siete meses contra el último intento conocido de ETA por reestructurar el complejo Donosti. Ayer cayó el último de los tres grupos que el etarra Ibai Beobide, detenido el 13 de febrero cuando se desplazaba en bicicleta, había creado en Guipúzcoa por orden de la dirección de ETA. Los tres detenidos en el operativo escondían 101 kilos de explosivo en una bajera de Villabona.
Al frente del talde Imanol, nombre del grupo desarticulado ayer, se encontraba, según los investigadores, Xabier Atristain, de 40 años, arrestado en Usurbil. Huyó a Francia tras la detención de Beobide y se entregó tres semanas después en Biarritz. Tras ser entregado a España, un recurso de su abogado motivó su puesta en libertad. En Villabona fueron detenidos sus dos presuntos cómplices, los hermanos Juan Carlos y Jesús María Besance Zugasti, de 40 y 35 años.
El jefe Ata ordenó a finales de 2009 crear una red de grupos legales'
Durante todo el día, los agentes registraron los domicilios de los detenidos y el local de Villabona. En este último encontraron 85 kilos de nitrato amónico, 15 de polvo de aluminio y un kilo de pentrita, además de una pistola, detonadores, cordón detonante y una microcámara. El explosivo y la pistola le fueron entregados por Beobide, según reconoció este tras ser detenido.
Quinto zulo de Beobide
Tras su arresto en febrero, Beobide mostró a la Guardia Civil la ubicación de otros cuatro zulos en el monte Gorbea y en la localidad de Hernani, que escondían más de 80 kilos de explosivo. Desde entonces, los agentes han logrado llegar hasta sus presuntos cómplices, los hermanos Besance, y a mediodía de ayer daban con el local, donde también guardaban un coche robado en 2009.
Tercera operación tras anunciar ETA el cese de sus «acciones ofensivas»
Se trata de la tercera operación policial desde que ETA hiciera público el 5 de septiembre que había interrumpido sus "acciones ofensivas". Tras la desarticulación de Ekin, llegó el martes pasado el desacabezamiento de Askapena, por actuar como el aparato internacional de la banda. "La política antiterrorista es la misma que teníamos hace un mes o hace un año", dijo el martes el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien también se detuvo a comentar la "efervescencia comunicativa" de ETA en los últimos días y, de paso, la petición de un alto el fuego "permanente, verificable y unilateral" que le hizo el sábado la izquierda abertzale, EA y Aralar. "Las cosas tienen que quedar claras y no nos llamemos a engaño. La palabra clave es definitivamente'", aclaró.
El jefe de los detenidos hoy, Ibai Beobide, Manex, es un antiguo miembro del comando Basakatu, autor de varios atentados. El más grave, el cometido contra la sede de la televisión vasca el 30 de diciembre de 2008 por el método del coche-bomba. Tras ese atentado, los miembros del comando comenzaron a sentirse vigilados, fueron escondidos una temporada en el País Vasco y terminaron huyendo a Francia.
El plan para recuperar el complejo Donosti, a semejanza de la estructura de legales que trajo de cabeza a las Fuerzas de Seguridad a mediados de los noventa, fue de Mikel Carrera, alias Ata, el último jefe militar de ETA, detenido en mayo, que también ideó trasladar las fábricas de bombas de la banda a Portugal y Catalunya.
Huidos de la operación
Ata ordenó a Beobide regresar al interior y buscar colaboradores para formar los tres taldes a finales de 2009. Siete de ellos fueron detenidos en febrero, pero cuatro lograron huir, incluido Atristain, arrestado ayer. La Guardia Civil cree que de aquel complejo, que no tuvo tiempo actuar, Ekhine Eizagirre Zubiaurre, Jone Lozano Miranda y Eider Zurriariain Mendigure integran en estos momentos la estructura de ETA en Francia.
Detenidos tres legales' e intervenidos más de 100 kilos de explosivos en Villabona
Momento de la detención de uno de los hermanos Besance en Villabona.AFP
La Guardia Civil ha cerrado una investigación que inició hace siete meses contra el último intento conocido de ETA por reestructurar el complejo Donosti. Ayer cayó el último de los tres grupos que el etarra Ibai Beobide, detenido el 13 de febrero cuando se desplazaba en bicicleta, había creado en Guipúzcoa por orden de la dirección de ETA. Los tres detenidos en el operativo escondían 101 kilos de explosivo en una bajera de Villabona.
Al frente del talde Imanol, nombre del grupo desarticulado ayer, se encontraba, según los investigadores, Xabier Atristain, de 40 años, arrestado en Usurbil. Huyó a Francia tras la detención de Beobide y se entregó tres semanas después en Biarritz. Tras ser entregado a España, un recurso de su abogado motivó su puesta en libertad. En Villabona fueron detenidos sus dos presuntos cómplices, los hermanos Juan Carlos y Jesús María Besance Zugasti, de 40 y 35 años.
El jefe Ata ordenó a finales de 2009 crear una red de grupos legales'
Durante todo el día, los agentes registraron los domicilios de los detenidos y el local de Villabona. En este último encontraron 85 kilos de nitrato amónico, 15 de polvo de aluminio y un kilo de pentrita, además de una pistola, detonadores, cordón detonante y una microcámara. El explosivo y la pistola le fueron entregados por Beobide, según reconoció este tras ser detenido.
Quinto zulo de Beobide
Tras su arresto en febrero, Beobide mostró a la Guardia Civil la ubicación de otros cuatro zulos en el monte Gorbea y en la localidad de Hernani, que escondían más de 80 kilos de explosivo. Desde entonces, los agentes han logrado llegar hasta sus presuntos cómplices, los hermanos Besance, y a mediodía de ayer daban con el local, donde también guardaban un coche robado en 2009.
Tercera operación tras anunciar ETA el cese de sus «acciones ofensivas»
Se trata de la tercera operación policial desde que ETA hiciera público el 5 de septiembre que había interrumpido sus "acciones ofensivas". Tras la desarticulación de Ekin, llegó el martes pasado el desacabezamiento de Askapena, por actuar como el aparato internacional de la banda. "La política antiterrorista es la misma que teníamos hace un mes o hace un año", dijo el martes el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien también se detuvo a comentar la "efervescencia comunicativa" de ETA en los últimos días y, de paso, la petición de un alto el fuego "permanente, verificable y unilateral" que le hizo el sábado la izquierda abertzale, EA y Aralar. "Las cosas tienen que quedar claras y no nos llamemos a engaño. La palabra clave es definitivamente'", aclaró.
El jefe de los detenidos hoy, Ibai Beobide, Manex, es un antiguo miembro del comando Basakatu, autor de varios atentados. El más grave, el cometido contra la sede de la televisión vasca el 30 de diciembre de 2008 por el método del coche-bomba. Tras ese atentado, los miembros del comando comenzaron a sentirse vigilados, fueron escondidos una temporada en el País Vasco y terminaron huyendo a Francia.
El plan para recuperar el complejo Donosti, a semejanza de la estructura de legales que trajo de cabeza a las Fuerzas de Seguridad a mediados de los noventa, fue de Mikel Carrera, alias Ata, el último jefe militar de ETA, detenido en mayo, que también ideó trasladar las fábricas de bombas de la banda a Portugal y Catalunya.
Huidos de la operación
Ata ordenó a Beobide regresar al interior y buscar colaboradores para formar los tres taldes a finales de 2009. Siete de ellos fueron detenidos en febrero, pero cuatro lograron huir, incluido Atristain, arrestado ayer. La Guardia Civil cree que de aquel complejo, que no tuvo tiempo actuar, Ekhine Eizagirre Zubiaurre, Jone Lozano Miranda y Eider Zurriariain Mendigure integran en estos momentos la estructura de ETA en Francia.
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