Caos por los controles policiales en la frontera francesa de Irún

Caos por los controles policiales en la frontera francesa de Irún

Francia desborda a la Policía Nacional al rechazar cada vez a más extranjeros por la alerta yihadista

El sindicato SUP alerta de los problemas que está generando esta situación

Desde los atentados yihadistas contra la revista Charlie Hebdo y, sobre todo, tras los crímenes de noviembre en París, Francia ha cerrado poco a poco la frontera con España a pesar de estar sujeta a la libre circulación del espacio Schengen. Este verano, coincidiendo con la celebración de laEurocopa y del Tour, los controles policiales en los pasos fronterizos se han incrementado y, con ellos, los «rechazos y no admisiones de personas [extranjeras no comunitarias] procedentes de España», según un documento oficial. En la frontera de Irún-Hendaya algunas voces de la Policía Nacional, competente en materia de Extranjería, hablan ya abiertamente de caos y de falta de medios para gestionar una situación que bordea la legalidad europea.

Hasta ahora, según fuentes policiales, el procedimiento de «devoluciones» de los no admitidos se realizaba de manera tasada y de acuerdo entre las dos partes, Francia y España. Pero, con el pretexto de la amenaza terrorista, Francia está actuando de manera unilateral y rechazando directamente a las personas que, según su criterio, no reúnen los requisitos de acceso a su territorio. Y no son pocas. No discrimina «ni a ancianos ni a mujeres embarazadas». «Rechazan a familias enteras», explican las fuentes consultadas.

Ello está generando, al menos en la frontera de Irún-Hendaya, que estas personas queden taponadas en los tres pasos, los puentes de Behobia y Santiago y el peaje de Biriatou. La Ertzaintza, el cuerpo con competencia en materia de Seguridad Ciudadana en el País Vasco, ya ha detectado también problemas en esta zona y ha tenido que realizar algunas intervenciones.

En este contexto, el comisario de la Policía Nacional en Irún ha rubricado un protocolo con sus homólogos franceses para dar cobertura a los rechazados en frontera y atender a esas personas afectadas. Esta decisión ha desbordado a la Unidad de Fronteras, compuesta por unos 40 efectivos que dan servicio a todos los turnos durante 24 horas y que controlan también los trenes transfonterizos o el aeropuerto de San Sebastián. Según el sindicato SUP, se están produciendo «escenas estrambóticas» cuando los rechazos se acumulan, principalmente cuando Francia impide circular a casi todo el pasaje de un autobús en horario nocturno. «Un solo agente se ve obligado a trasladar a tres personas en un solo vehículo o a atender en dependencias policiales a 15 detenidos hacinados en lugares inapropiados», explican desde el sindicato, que ha remitido ya varias quejas tanto a la Jefatura Superior del País Vasco como a la propia Delegación del Gobierno.

«Todo es consecuencia de una mala planificación y de la indefinición normativa de acuerdos con Francia en los que no se tienen en cuenta ni los recursos humanos existentes ni su seguridad», denuncian desde el SUP, que también opina que los recientes cambios en la jornada laboral no facilitan las cosas. Asimismo, ven «irresponsable» que Francia extreme el celo por una alerta terrorista inminente y que, en el lado español, también en nivel 4 de 5, «ni siquiera haya chalecos antibalas» para todo el personal de fronteras de Irún.

Portavoces oficiales, a preguntas de este periódico, sostienen que el reforzamiento de la seguridad de entrada a Francia se está afrontando con «normalidad».

Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2016/06/19/57664774468aeb4a6f8b4618.html?platform=hootsuite