Roban cinco valiosos cuadros del Museo de Arte Moderno de París

Roban cinco valiosos cuadros del Museo de Arte Moderno de París

PARÍS, 20 May. (Reuters/Ep)

Cinco cuadros de Pablo Picasso, Fernand Léger, Henri Matisse, Georges Braque y Amedeo Modigliani han sido robados del Museo de Arte Moderno de París.

El robo fue descubierto por empleados en el Musee d'Art Moderne de París cuando abrieron el museo el jueves, y se percataron de que una de las ventanas estaba rota. Ya se ha abierto una investigación al respecto, según apuntó una fuente policial.

Según informan los medios franceses las obras alcanzarían un valor aproximado de 500 millones de euros. Se trata de La paloma con guisantes de Picasso, La pastoral de Matisse, L'olivier près de l'Estaque, de Braque, Naturemorte aux chandeliers, de Fernand Léger y La femme à l'éventail, de Modigliani.

Al tratarse de cuadros tan significativos y de un robo tan notorio no se descarta que el objetivo de los ladrones sea el secuestro de las obras ya que venderlas se antoja casi imposible.

Los cuadros robados
Aunque siempre será peor que te roben 118 ‘picassos’ en Aviñon, como sucedió en 1976.
Leo que ayer se produjo el que, probablemente, será considerado el robo del siglo,–XXI, claro está–. En el Museo de Arte Moderno de París un encapuchado ha entrado por la ventana y se ha llevado un picasso, un braque, un matisse y un modigliani. Se han dado cuenta horas después del robo, cuando los guardias hacían la ronda previa a la apertura del museo. Me imagino las caras de los vigilantes y la situación que se ha producido inmediatamente después –no en vano una gran mayoría hemos visto películas que reconstruían robos históricos o ficticios–. Y seguro que ellos también las han visto, y hasta el director del museo las habrá visto pero, ¿qué se hace en ese preciso instante en el que descubres que te han levantado nada menos que un picasso? (Aunque bien recuerda Iratxe que siempre será peor que te roben 118 picassos en Aviñon como sucedió, recuerda, en 1976).
La cuestión es que, de los guardas que se han dado cuenta, seguro que ninguno de ellos quería hacer la llamada fatídica al director del museo: “Bonjour, monsieur, je suis désolé... ¡¡¡pero nos han robao!!!” (ya se sabe lo que le ocurrió a Miguel Strogoff...). El problema es que, al parecer, el robo se produjo por la noche y esos vigilantes que descubrieron el pastel, eran los nocturnos. Doble marrón: explicar lo que ha pasado delante de tus narices sin poder explicar por qué ha pasado. Independientemente de las sospechas que seguro que recaerán sobre ellos, me hace pensar en estos ciudadanos que, de la noche a la mañana, nunca mejor dicho, pasan a ser protagonistas tristemente involuntarios de un suceso que da la vuelta al mundo. Deseo sinceramente que no les pase nada, que el ladrón, ladrona o ladrones y ladronas hayan sido tan buenos que los vigilantes nocturnos salgan indemnes de la que seguro les está cayendo.
Esto me hace pensar también en ese broker que, supuestamente, le dio a la tecla “b” de “billón” en lugar de a la “m”, de “millón”, en una orden de compra y logró, él solito, tumbar el Dow Jones más de un 9%. Pienso en la llamada que tuvo que hacer a su broker en jefe...
En cualquier caso, me pregunto: ¿dormirá tranquilo el ladrón con un picasso bajo la cama? Seguro que no tan cómodo como un potencial comprador con el mismo picasso en su pared.

Graves acusaciones tras el robo del siglo
El sistema de alarma del museo de Arte Moderno de París, del que el pasado jueves robaron cinco obras de arte, llevaba unas semanas fuera de servicio

Una policía porta un marco' de una de las obras robadas.
Tras el espectacular robo de cinco valiosos cuadros, entre ellos de Picasso y Matisse, en el museo de Arte Moderno de París, aumenta la presión sobre la gestión del centro por las carencias en la seguridad. "En el museo reina una actitud enormemente negligente", aseguró uno de los vigilantes al diario Le Parisien. Entre los empleados se comentaba con frecuencia que "en algún momento, alguien entraría al museo por una ventana, así de simple". Y justo eso fue lo que ocurrió el jueves.

De acuerdo con los últimos resultados de las investigaciones, un hombre encapuchado y vestido de negro se introdujo en el edificio en la madrugada del jueves por una de sus ventanas. Fue directo a su objetivo y salió poco después con cinco valiosos lienzos. Las cámaras de vigilancia lo filmaron, pero la alarma que debía reaccionar al movimiento no saltó, pues debido a un defecto llevaba algunas semanas fuera de servicio. Según el Ayuntamiento de París, dueño del museo, no se encontraron los componentes de repuesto para repararla.

Así las cosas, el sistema de vigilancia del gigantesco museo se llevaba a cabo mediante rondas de reconocimiento. Los monitores situados en cada sala no servían de ayuda ya que debido a las oscuridad no se veía nada en ellos. Y eso se contradice con la versión de las autoridades: cada noche había tres vigilantes que recibían en directo las imágenes, señaló el alcalde de París, Bertrand Delanoe. La tecnología de seguridad fue adaptada hace unos años a las normas vigentes, añadió. Y mientras tanto, expertos en arte siguen elucubrando sobre los posibles motivos del robo. Según los conocedores, las obras maestras, valoradas en unos 100 millones de euros, son totalmente invendibles. El ladrón no podría mostrárselas a nadie, pues son demasiado famosas, dijo en la radio RTL un empleado de una casa de subastas. También queda descartado que tras el robo se esconda un romántico coleccionista de arte. Según un portavoz de Christie's, es una leyenda que los coleccionistas de arte sean unos tunantes. "Si sucedió así, se trata de un caso aislado y una locura", dijo Thomas Seydoux a Le Figaro.

El golpe de ayer no es el más grande de la Historia, pero casi. Los 500 millones de euros del robo están cerca de la cota que alcanzaron los ladrones del Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, que en 1990 se disfrazaron de agentes de policía y amordazaron a los dos guardias de seguridad usando esposas y cinta adhesiva. Su saldo ascendió a 500 millones de dólares de la época. Su caso aún se investiga.